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El Fondo Nacional del Café es una cuenta parafiscal, conformada por dineros considerados públicos, que se nutre principalmente de la contribución cafetera pagada por cada libra de café exportado (verde, tostado, soluble o en extracto).
LA PATRIA | MANIZALES
¿Qué tanta intención tiene el Gobierno de tomar el control de los recursos parafiscales de los cafeteros del país?
La pregunta se la hicieron varios cultivadores la semana pasada, luego de la serie de trinos y advertencias del nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien dijo que había que revisar el futuro de la Federación de Cafeteros, que administra ese dinero parafiscal (impuesto exclusivo para inversiones del sector), “por lo que hay que examinar cómo se maneja”, planteó.
Para varios dirigentes gremiales consultados por LA PATRIA, sus palabras no dan márgenes de duda de lo que realmente quiere el Gobierno nacional, que el pasado 27 de abril intentó frenar el proceso de elección del gerente de la Federacafé, con la amenaza popular de dialogar con las organizaciones de base regionales, con lo que también dio a entender que no cree en la representación de los 15 comités de cafeteros que participaron en dicha elección.
El fondo
El fondo parafiscal en cuestión se nutre de los recursos que hoy son obtenidos principalmente por una contribución fija que aportan los caficultores del país, equivalentes a 6 centavos de dólar por cada libra de café exportada.
A estos se suman los ingresos provenientes de la comercialización del café liofilizado a través de Buencafé, los dineros de la venta de café verde en el país y el exterior y los aportes provenientes del uso de la marca Juan Valdez.
Esta plata, que bordea los $400 mil millones por año, es destinada a una cuenta especial del Fondo Nacional del Café (FNC), con la cual la Federacafé maneja las inversiones del sector.
¿Qué incluyen? Entre ellas se cuenta la llamada gestión y administración de proyectos de inversión regional, y que los cafeteros califican como bienes públicos, ante la serie de inversiones sociales que se hacen, a través de los comités de cafeteros, en vías, acueductos, escuelas, saneamiento básico y vivienda rural. Esta se suma a la cofinanciación y convenios con los departamentos para fortalecer dicha inversión regional.
Infografía | Juan Carlos Hómez | LA PATRIA
Investigación y extensión
En la lista también se cuentan los recursos de investigación, a través del Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé) y la transferencia de conocimiento con el servicio de extensión o la asesoría técnica de 1.500 personas, incluyendo coordinadores y los técnicos, llamados “camisas amarillas”, que recorren las fincas en el país.
Esto, además de la presencia de las cooperativas de caficultores que garantizan la compra del café en todo el país, ofreciendo un precio base que permite que, a pesar de las fluctuaciones de la bolsa, el grano no entre en las especulaciones de precios o intermediaciones continuas, como sucede con los demás productos agrícolas del país.
De allí que el sector se calificó como el otro Estado o el paraestado, ante su presencia en sectores donde no alcanzaba a llegar el Gobierno nacional.
Como si fuera poco, además se incluyen los pagos de la Flota Mercante Grancolombiana, pasivo pensional de cerca de 850 exempleados, responsabilidad que desde hace 20 años asumió el FNC y cuyo pago oscila en $60 mil millones al año, aunque la queja es que debería asumirlo el Ejecutivo.
La defensa
Para el miembro de junta del Comité de Cafeteros de Caldas Marcelo Salazar Velásquez, hay un riesgo de que les quiten este fondo que siempre ha manejado la Federacafé, y cuyo último contrato va hasta el 2026. También se preguntan si con el examen que sugiere el ministro se quiere acabar con la Federacafé.
Según Salazar Velásquez, aunque el manejo de este fondo puede sonar fácil, se trata de una serie de tareas que ha asumido el gremio en reemplazo del Estado con estos recursos parafiscales, más cuando los gobiernos no tienen la capacidad operativa que tiene la Federación de manejar el FNC.
“Por eso no puede existir un mejor aliado del Gobierno social, como se caracteriza este, que la Federación de Cafeteros, que conoce perfectamente dónde está ubicada cada una de las 540 mil familias cafeteras”, insistió el dirigente.
Es un manejo político
Óscar Gutiérrez Reyes, representante de Dignidad Agropecuaria y Cafetera, cuestionó los pronunciamientos del Gobierno, al calificarlos como de mal gusto y de pésimo relacionamiento con cualquier organización. Su concepto es que se trata de un manejo político del Gobierno, pues al romper la coalición, como lo sentenció recientemente, también quiso tirar al traste un proceso legalmente constituido, como el de la Federacafé. “Por eso se trata de una situación desagradable, pues quedó más o menos claro que el presidente estuvo de acuerdo con todo el proceso a través de su exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo”.
Según Gutiérrez Reyes no se puede crucificar a un gremio ni amenazarlo por seguir adelante con su proceso. de elección de gerente. “Además, no sé realmente qué es consultar las bases cafeteras, pues llevamos varios meses detrás para hablar con el presidente y le enviamos tres cartas abiertas y demás, pero nunca ha sido posible. Además, los comités fueron elegidos por esas bases”, destacó.
De conocimiento
Sí reiteró las viejas críticas que han mantenido frente al hecho de revisar el FNC, incluyendo el proceso de compras de café a futuro, el manejo de las cooperativas y los incumplimientos al mercado mundial. “Siempre queremos unas verdades cafeteras, pero esto requiere unas investigaciones y no es de un día para otro”. Por ello advirtió sobre los riesgos de que otra entidad maneje el Fondo, cuando es la Federación de Cafeteros tiene la estructura, la logística y la experiencia suficiente para atender todo el proceso en comercio internacional, depósitos de café, en investigación y extensión rural. “¿Entonces todas esas tareas se van abandonar?, yo creo que eso hay que pensarlo dos o tres veces, pues no es solo soplar y hacer botellas, porque esto requiere de experiencia y conocimiento o ¿van a sacar a los caficultores del manejo de sus recursos y se va a crear otra organización y a la carrera?, eso es bien difícil, porque encontrar quién tiene esa capacidad de manejar todo lo que hace la Federacafé no es de un día para otro. Esta es una estructura que tiene muchísimos años y que hay que cuidar, por un lado, y recetarla por el otro”, aseguró.
¿Qué es la Flota Mercante?
La extinta entidad fue constituida en 1946, con una participación del 45% de capital colombiano, igual porcentaje venezolano y 10% ecuatoriano. El objetivo fue mejorar el comercio de estos países, ante las restricciones que se generaron en el sector en la Segunda Guerra Mundial. Según cálculos recientes, la Federacafé ha tenido que pagar cerca de $900 mil millones en 15 años. Anualmente ascienden a unos $55 mil millones, motivo por el cual ese desembolso absorbe cerca del 16% de la contribución cafetera. El caso está en un proceso jurídico, pues los cafeteros alegan que no pueden ser los únicos responsables de la deuda de una entidad de la que eran socios el Gobierno y otras naciones.
¿Qué es el Fondo Nacional del Café?
Es una cuenta parafiscal, conformada por dineros considerados públicos, que se nutre principalmente de la contribución cafetera pagada por cada libra de café exportado (verde, tostado, soluble o en extracto).