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El ubicarse en un grupo dentro de lo académico puede dar pie a señalamientos para con alguien y el consecuente acoso escolar.

Autor

Elizabeth R. Rojas y Diego Hidalgo

LA PATRIA | MANIZALES

"Todos los niños, sin excepción, son susceptibles al bullying. Esto sin importar el estrato social porque al tener interacción, al moverse en un medio social escolar, pueden ser objeto de esto", dijo Andrés Mauricio Ossa Tangarife, psicólogo en Aspaen Horizontes.

El profesional explicó que cuando se está pequeño, justo en el proceso de identificación de su grupo o de pares, se pueden dar situaciones de este tipo que los incomoden.

"Cuando hablamos de adolescentes, con mayor razón, están en eso de ubicarse en un grupo social, en la tarea de sentirse incluidos, aceptados, entonces todas esas situaciones llevan a que -de cierta forma- sean susceptibles a vivirlo".

Según Ossa, esto va de la mano con la autogestión emocional, con la manera de resolver los problemas que se presentan y la toma de decisiones: "Todo eso lleva a que un niño(a) o adolescente tenga situaciones donde se sienta incómodo o mal dentro de un grupo social y es ahí cuando se empieza a emerger el bullying".

 Andrés Mauricio

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Andrés Mauricio Ossa Tangarife.

Por identidad

Ossa Tangarife también respondió:

¿Quiénes están llamados a identificar los casos de acoso?

La familia y el colegio. En el entorno educativo serían los docentes acompañantes de los estudiantes, pero también -desde casa- los papás estar atentos. Esto último, sobre todo, porque son quienes conviven con el niño(a) o adolescente en el entorno seguro y podrían tener más conocimiento de lo que está sucediendo.

Hay que ver cuando tienen cambios abruptos en el estado de ánimo, cuando tienen cambios conductuales, que son señales de alerta. Eso debe ser trasladado al colegio, escalarlo a lo escolar, si corresponde, para que se observe.

También si en el colegio el docente encargado o el director de curso está viendo situaciones puntuales con un niño, relacionadas con el bullying, se tiene que activar la ruta de atención que se trabaje en la institución, lógicamente en comunión con los padres de familia.

Si desde casa se identifica el caso de acoso, ¿a quién se contacta en la institución?

Siguiendo el conducto regular, si en casa se observa algo o el niño(a) o adolescente cuenta algo que tiene que ver con el bullying, al primero que hay que decirle es al director(a) de curso, que es el encargado de los procesos académicos y disciplinarios del estudiante.

Ya, a partir de la solicitud de los padres, se empieza una ruta de atención, que ya en los colegios puede activarse a través del servicio de psicología, de la coordinación de disciplina o de la dirección integral de nivel, para el caso propiamente de Horizontes. Después se hace un trabajo en equipo.

¿Qué debe hacer quien identifique el acoso?

Lo primero que hay qué hacer es no callar. No hay que ser observadores pasivos de una situación en la que alguien se está viendo afectado.

Si lo hablamos desde un compañero de clase, que es la parte más difícil, porque también sienten temor de hablar, se les debe invitar a comentarlo con el adulto más cercano. Este sería su director de curso.

Los coordinadores, el rector, el director de curso, etc., lo que tienen que hacer es activar la ruta de atención de inmediato. Si en principio, se identificó en el colegio, se tiene que hablar con los papás. Si fue desde casa, igual hay que activar la ruta de atención.

Hay que darle acompañamiento al estudiante afectado, pero también al resto de estudiantes involucrados. Hay que intervenir al grupo como tal desde el área de psicología, desde las coordinaciones de disciplina, etc. Hay muchas acciones que se pueden llevar a cabo desde el colegio para que este flagelo se empiece a disminuir y que se le preste la atención adecuada a los afectados. El que cumple el rol de agresor o los que entren a ser cómplices, observadores pasivos, también necesita atención.

Si la familia del afectado no queda a gusto con el proceso que se siguió en la institución educativa, ¿qué se debe hacer?, ¿aplica el reporte en la Secretaría de Educación?

La idea es que esa situación no ocurra. La familia y el estudiante tienen que quedar tan a gusto, que ese reporte externo no se de en otras instancias. Cuando se interviene y se activa una ruta de atención a tiempo, las situaciones no se ponen más graves.

Implicaciones

Luis Eduardo Céspedes, director del ICBF Caldas, le explicó a LA PATRIA lo que puede pasar en caso de que se determine que menores de edad sean causantes de la muerte de otro adolescente en casos de matoneo.

  1. Existe el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, que aplica para menores, pero a partir de los 14 años. Establece una serie de sanciones, dependiendo del delito, para garantizar que no exista impunidad.
  2. Cuando los señalados son de menos de 14 años, se adelanta con ellos un proceso de protección, si se demuestra que participaron en la comisión de un delito, así no sean objeto de judicialización.
  3. "Se analiza si algo está fallando en sus familias o en los encargados de su cuidados para determinar qué los llevó a cometer eso. Las medidas son de restablecimiento de derechos para protegerlas".
  4. "Si se llega a establecer que el medio en el que se desenvuelven no es favorable para ellos podrían pasar a un retiro temporal en un hogar sustituto o una institución de protección, como un internado. Pero siempre se prioriza el medio familiar".
  5. Cuando los infractores son mayores de 14 años, se aplican sanciones dependiente del delito cometido. Estas son supervisadas por el ICBF. Se busca que sea protegido de cualquier violación de sus derechos y que viva un proceso educativo que le permita cambiar su forma de pensar.
  6. Formas: la amonestación, las reglas de conducta, la presentación de servicios sociales a la comunidad, la libertad vigilada, medio semi-cerrado y la privación de la libertad en Los Zagales, que es de máximo ocho años cuando se trata de homicidio.