Foto I Cortesía | LA PATRIA
"El sello de la Uniminuto es la transformación social... Para eso fue que el padre Rafael García Herreros creó esta institución hace 32 años", dice el rector de la Uniminuto en Chinchiná, Bonel Mosquera, primero en la foto de izquierda a derecha en la emblemática taza de café en el Parque de Bolívar del municipio.
LA PATRIA I Manizales
La historia de la Uniminuto en Caldas comenzó en el 2005. Ese año el Ministerio de Educación, en busca de llegar a poblaciones diferentes de las capitales, les preguntó a los directivos nacionales de esa Universidad en el país cuál era su estrategia. El Gobierno tomó la idea y abrió los Centro Regionales de Educación Superior (Ceres).
Del Ceres en Chinchiná surgió la Uniminuto. En la actualidad recibe a cerca de mil estudiantes del occidente de Caldas, de Manizales, de Antioquia, de Risaralda y de otras regiones. LA PATRIA habló con su rector, Bonel Fernando Mosquera.
-¿Cuáles proyectos tienen para este año?
Ampliar la oferta de programas. En Chinchiná tenemos siete programas. Son dos posgrados y cinco pregrados, uno en tecnología y cuatro universitarios. Queremos traer por lo menos tres más: dos pregrados, uno en psicología, en la modalidad presencial, e ingeniería de sistemas a distancia. El posgrado es una especialización en gerencia de seguridad y riesgos laborales.
-¿Cuáles carreras ofertan en la actualidad?
Tenemos Tecnología en Logística Empresarial, en presencial; Contaduría Pública, Administración de Empresas, Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo. Además, de la única licenciatura en Caldas en Educación Infantil. En posgrados tenemos especialización en Gerencia de Proyectos y Especialización en Gerencia Financiera.
-¿Cómo les van como universidad por fuera de la capital Manizales?
Es una ubicación estratégica en esta carretera nacional. Eso da un margen de competitividad superior, ya que atraemos gente del occidente, Supía y La Merced hasta Marsella, Santa Rosa. Desde ese 2005, cuando empezamos, fuimos muy atractivos para la región, para la Alcaldía. Nos aliamos con la Federación de Cafeteros y la Fundación Manuel Mejía. Esta operación académica nació en las instalaciones de la Fundación Manuel Mejía. Y así arrancamos con programas en alianza con los de las universidades de Manizales y del Tolima hasta el año 2011 cuando ya Uniminuto empezó a operar los programas que hoy tenemos. Tenemos más 2.800 graduados y más de 700 de otras universidades cuando éramos CERES.
-¿Cuál es la esencia del egresado?
Es la transformación social, que a través de su ejercicio profesional le contribuya a su entorno, ayude a la comunidad a transformarse. Para eso fue que el padre Rafael García Herreros creó esta institución hace cerca de 32 años. Y lo hacemos por medio de unas unidades académicas que están creadas en la institución y que le permiten al estudiante conectarse con la realidad social de su entorno y de su país. Para nosotros, las prácticas en responsabilidad social son misionales y tocan el corazón del estudiante haciendo despertar esa sensibilidad que los lleva a transformar la realidad.
-¿Siguen con la idea de llegar a Manizales?
Tenemos un proyecto de expansión que lo pretendimos iniciar en el 2018, pero por creación de registros allá y por la pandemia tuvimos que aplazarlo. Seguramente, en el mediano y largo plazo ese proyecto se retome.
-El Gobierno nacional tiene la meta de 500 mil estudiantes más en educación superior, ¿cómo Uniminuto aportará en esa ampliación de cobertura?
Las instituciones de educación superior privadas conservamos la esperanza de que el Gobierno nos visibilice más y nos incluya en esa apuesta tan importante de ampliación de cobertura, pues somos los aliados más estratégicos. En la educación superior en Colombia la tarea la hacemos las privadas, desde lo oficial se hace un poco menos porque los recursos son muy limitados. Los aliados estratégicos debemos ser los privados, y sobre todo instituciones que como la Uniminuto tenemos 52 centros de operación en Colombia repartidos por los 32 departamentos.
-¿Cómo entiende uno que en una institución privada, como la Uniminuto, sean más los estudiantes de estratos 1, 2 y 3?
Nuestra misionalidad es llegar a donde no llegan otras universidades y a las personas que no tienen acceso fácil a la educación superior. El 95% de nuestros estudiantes son de esos estratos. Eso hace que las alcaldías se motiven a ayudarnos, a facilitarnos espacios, algunos recursos. Nos aliamos con instituciones privadas, donantes, que hacen algunas contribuciones y eso ayuda a apalancar proyectos que crecen y se consolidan. Aquí iniciamos hace 17 años con unos 25 estudiantes y ahora tenemos 1.032.
-En municipios de Caldas, diferentes de Manizales, crece la oferta de universidades, ¿cómo afrontan ustedes eso?
A cualquier universidad no le es fácil llegar al territorio, sino es con alianzas. La triada universidad-empresa-Estado es la única manera de hacerlo. Así llegó la Uniminuto a Chinchiná. La Ley de Educación tiene modalidades de estudio que como la que utilizamos en Chinchiná es en la distancia. Así, una persona puede formarse en educación superior viniendo a las tutorías cada ocho días los sábados. Eso permite que el estudiante pueda desplazarse a un lugar cercano de donde vive a recibir sus tutorías y avanzar en un trabajo autónomo en la semana, que en la actualidad lo hacemos a través de los medios virtuales.
-¿Qué tanto impacta en la educación que Chinchiná no haya quedado en el Área Metropolitana?
Habría sido maravilloso integrarnos, unidos somos más fuertes en casos como los municipios de la región Centro-sur de Caldas. En algún momento así será. Por ahora, también es una oportunidad para nosotros, igual desplazarse desde los municipios vecinos no es muy distante y no es muy costoso. El 60% de nuestros estudiantes llega de la región y el otro de Chinchiná y Palestina. Es decir, sigue siendo muy competitivo para nosotros estar acá.
-¿Cómo está la Universidad en investigación aplicada a la comunidad?
Estamos muy bien porque tenemos un modelo innovador y único con el territorio. Llegamos a la Alcaldía, suscribimos un documento que es la agenda regional de investigación. A partir de allí la Administración municipal y la comunidad determinan los temas más sensibles en los que Universidad los puede apoyar por medio de proyectos de investigación. Luego nuestros profesores acompañan esas mesas, de las cuales forman parte la comunidad, empresarios y el mismo Estado y vamos sacando adelante proyectos que dan crecimiento.
-¿Cuál es un ejemplo de esos aportes a los habitantes del municipio?
El Laboratorio Social de Cambio Climático. El municipio tenía algunas inquietudes de índole ambiental desde hace unos años. Fueron planteadas por la Alcaldía y la Uniminuto tuvo la oportunidad de traer a Chinchiná el único Laboratorio de ese tipo instalado en Caldas.
-En la práctica, ¿cuáles son otros aportes a la ciudadanía?
Esa conexión con la comunidad es muy importante. Nuestros estudiantes pasan por casi todos los hogares de ancianos de Manizales, son manitos que ayudan allá con las licenciadas en educación, ellas también prestan servicio a colegios públicos, donde no hay profesores de preescolar o de primera infancia.
-¿Cómo es lo de asorías a microempresarios?
Nuestros administradores de empresa y contadores asesoran a microempresarios. El mismo Minuto de Dios, como organización, tiene un programa para asesorar microempresarios, y en la pandemia fue exitoso, tenemos impacto social fuerte y nos gusta. No nos prefieren por ser las matrículas más baratas del mercado, lo hacemos porque el proceso del estudiante es integral y empieza a impactar los territorios.