Fotos | Darío Cardona | LA PATRIA
Aunque el cumpleaños del colegio San Luis, de Manizales, es hoy, las actividades de celebración arrancaron desde el martes.
El 8 de febrero de 1954 a las 7:45 a.m. se escucharon, entre los balcones de madera y las paredes de bahareque de la Casa de Ejercicios San José ubicada en la cll 27 #16 - 46, unas voces que cantaban "Al paso alegre de la juventud...". Es la letra del himno que anunciaba el nacimiento de la Institución Educativa San Luis Gonzaga, de Manizales.
Ese día, el párroco Roberto Martínez, primer rector de la Institución, reunió a 10 jesuitas y emprendió el reto de educar a los 70 niños manizaleños que se habían matriculado hasta el momento.
Al año siguiente, en 1955, con problemas económicos y con la promesa incumplida de un aporte de la Gobernación por $50 mil pesos mensuales, el colegio se mudó al edificio que se conoce actualmente -entre los barrios Versalles y Arboleda.
En 1958 graduaron a la primera generación de bachilleres y el 1974 se adhirieron a la educación mixta.
Continuidad
Desde el primer día de clases impartido por el colegio San Luis Gonzaga hasta la fecha, han pasado 70 años. Sin embargo, entre la celebración y la euforia de los estudiantes, el padre Luis Aurelio Castañeda Verano, rector del plantel, sostiene que la misión de la institución ha permanecido y se ha fortalecido. La sintetiza en, "ser más para servir mejor".
"Ser más significa ser más auténticamente humano; estar formado para la vida, dispuesto a servir a otros y vivir en un servicio con otros", complementa el padre Luis Aurelio.
Para el padre Hermann Rodríguez Osorio, miembro de la Compañía de Jesús y provincial de los jesuitas en Colombia, el acompañamiento a los jóvenes en la formación de sus valores como cristianos en fe es la clave del éxito educativo en su comunidad religiosa.
El enfoque católico ha tenido eco en la ciudad. Los exalumnos son los que se encargan de difundir que el San Luis forma para pensar en la sociedad y en el bien de los demás. Y a pesar de que la tasa de natalidad en Manizales va en descenso, el voz a voz de la comunidad académica ha generado que las matrículas aumenten cada año. Actualmente son 900 estudiantes.
Por otro lado, el padre Hermann Rodríguez Osorio distingue el privilegio económico y social de los alumnos que integran la institución. No obstante, reconoce que son jóvenes que posan sus ojos en la realidad que los rodea y en las situaciones difíciles y dolorosas que viven comunidades desfavorecidas.
"Esa responsabilidad social con el componente de la fe es lo que ha sostenido la propuesta educativa de la Compañía aquí en Manizales", argumenta el religioso.
Celebran a los del camino
El padre Hermann Rodríguez Osorio manifiesta que la festividad de los 70 años la recibe con gratitud hacia la Compañía de Jesús y los exalumnos de la Institución. Agrega: "Tenemos egresados que han efectuado labores extraordinarias en bien de la sociedad. No son solamente de estas últimas generaciones, sino desde el comienzo. Me parece que hay una consciencia sobre la responsabilidad que tiene la educación".
De igual forma, valora el apoyo de los habitantes de la capital. El provincial confiesa que Manizales no solo pidió una obra educativa, sino que ha estado al lado del Colegio en sus momentos más difíciles.
Entonces, rememora las palabras del padre Gerardo Remolina: "Cuando hay un colegio en una difícil situación económica, yo mando a un administrador, un economista, una persona que entienda de cuentas y de dineros para que rescate al colegio, pero cuando el colegio está realmente perdido y no podemos hacer nada, no se me ocurre otra cosa sino mandar a un poeta".
Fue así como el padre Luis Carlos Herrera llegó a dirigir el centro formativo, entre 1984 y 1990. Era profesor de literatura en la Universidad Javeriana, y lo enviaron a Manizales como la última esperanza para el San Luis. Con su capacidad de crear e inspirar, el colegio se fue recuperando y volvió a florecer.
El aire vivaz continúa flotando por los pasillos y escenarios del San Luis. Pese a los bajones, con la ayuda de propios y aliados ha logrado sostenerse en el tiempo y obtener altos indicadores en educación. 70 años después de su fundación el provincial de los jesuitas en Colombia lo asocia con personas maravillosas con capacidad de compromiso y de trabajo extraordinario; con profesores, estudiantes y padres de familia generosos. "El colegio son los chiquitos que rezan su Padre Nuestro y su Ave María y cantan; son los grandes que se están preparado para enfrentar la vida en la universidad".