Fotos | Luis Trejos | LA PATRIA
Fray Marco Alexánder Camero Buitrago asumió las riendas del colegio Agustín Gemelli, de Manizales.
La dirección del colegio franciscano Agustín Gemelli, de Manizales, cambió de responsable. Hace un mes, fray Edwin Arley Serrano le dio paso en el cargo a fray Marco Alexánder Camero Buitrago, un sacerdote franciscano de 48 años, licenciado en teología, especialista en psicología y magíster en psicología de las organizaciones.
Dentro de la comunidad franciscana, Camero ha trabajado en parroquias, en la Universidad San Buenaventura y como rector en tres colegios del país.
Nació y vivió, hasta los 18 años, en Bogotá. De allí se desplazó a Medellín para, como lo expresa él, saldar la deuda que sentía que tenía pendiente con Dios.
Su primer acercamiento religioso fue en la Institución Educativa Juan Bautista de La Salle. El padre Marco relata: "Siempre fui muy alejado. Mi familia, aunque se considera católica, no es nada practicante. Entonces yo tampoco participaba de las eucaristías del colegio".
Sin embargo, cuando cursaba el grado once la deuda que sentía con Dios lo motivó a ir a misa y, posteriormente, fue acogido por los hermanos de La Salle. Con ellos conoció a los franciscanos que oficiaban la eucaristía en la institución. "Yo los veía muy santos. Me agradaba verles la sencillez, la sonrisa, la alegría", cuenta el padre Camero.
El acercamiento a los franciscanos fue el gancho que llevó a Marco Alexánder a preguntarse sobre la vida de san Francisco de Asís. Allí, en 1995, empezó a formarse en el camino por el que conduciría el resto de su vida.
Recorrido
Hace 12 años su comunidad lo perfiló hacia el camino de la educación. Estuvo como administrativo en la Universidad San Buenaventura de Medellín y como rector en los colegios Jiménez de Cisneros, de Ibagué, y San Luis Beltrán, de Santa Marta.
Ahora, en el colegio Agustín Gemelli, fray Marco Alexánder continúa encontrando las respuestas que hace 30 años se hizo sobre la vida de san Francisco de Asís.
Durante su estancia en Manizales se ha dejado sorprender por el ambiente fraterno que existe entre estudiantes, docentes, padres de familia y personal administrativo.
"Hay un entorno de sencillez, familiaridad. Hay un caldo de cultivo que me parece ideal para seguir retroalimentando los principios de la educación (ver recuadro Herramientas educativas)", precisa Camero.
Aun así no subestima los retos que ofrece la ciudad. Entre ellos está impulsar al colegio desde una mirada competitiva, considerando la disminución de las matrículas en la ciudad y que es campestre y poco apetecido por la larga distancia con el centro.
En la misma línea recuerda que no han superado los 370 estudiantes, lo que se traduce en un bajo crecimiento en comparación con otras instituciones de Manizales, que alcanzan entre 1.000 y 900 alumnos.
Sello personal
Así las cosas, el objetivo es que las familias que matriculen a sus hijos en el Gemelli vivan la mejor experiencia educativa, cristiana y franciscana. "Eso marca para la vida", precisa el padre Marco, quien también quiere apostarle al bilingüismo, para estar a la altura de lo que demanda la educación.
Y, con base en su formación profesional, el rector Camero Buitrago destaca que para él es fundamental la salud mental y organizacional.
Argumenta: "Hablamos de la persona, del individuo y todo lo que necesita para que sea sana mentalmente y desde allí pueda continuar con sus proyectos y con su vida. Sin embargo, también está la salud organizacional, la de los equipos, de los grupos. De eso poco se habla. Entonces, yo le apuesto a que existan ambas".
Herramientas educativas
Fray Marco Alexánder Camero Buitrago, rector de la Institución Educativa Agustín Gemelli, de Manizales, menciona puntos clave para una educación integral y de calidad:
"Es fundamental enseñarles a los estudiantes primero a ser personas. A veces las instituciones educativas y en el contexto privado se puede caer en la trampa burguesa de alimentar y volver competitivos a los estudiantes en el contexto académico. También el peligro de desconectarlos de la realidad social, de no generar sensibilidad para con las diversas situaciones sociales que se viven".
"Formar para la ciudadanía. Todos los colegios decimos que formamos para la ciudadanía, pero si nos ponemos a mirar las prácticas, ¿hasta qué punto realmente estamos preparando a nuestros estudiantes con ese amor de patria, con ese sentido de compromiso por su ciudad y sociedad en sus diferentes estratos socioeconómicos?".
"Ser recios para afrontar las durezas de la vida. Si a un joven le damos todo, lo sobreprotegemos, lo justificamos, ¿cuándo él va a aprender a hacer eso por sí mismo?".
”Formar desde los valores. Aunque la constitución política colombiana de 1991 da el derecho a la libertad al culto religioso, los valores cristianos no han pasado de moda. No me refiero a las prácticas de ir a la misa o de casarse por la Iglesia. Va más allá de ello, es encarnar esos valores que nos enseñó Jesucristo en los evangelios, esos valores de fraternidad, de transparencia, de respeto por el otro y por diferencia".