El consumo de café podría desempeñar un papel importante en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas en jóvenes. Así lo manifestó en el Simposio Café y Salud que se realizó en la universidad Tecnológica de Pereira, el médico Miguel Fernando García, quien cree que si los jóvenes se acercan al mundo del café, pueden encontrar un mundo que los aleje del consumo de sustancias psicoactivas. 

García argumenta su idea desde diferentes lugares. El primero de ellos surge desde la ocupación del tiempo libre para la formación de jóvenes en la cata de café y barismo, lo cual no solo les proporciona habilidades y competencias laborales, sino que también puede servir como un mecanismo de prevención.

“Los jóvenes se reúnen en grupos para formarse en cata de café y barismo, una actividad que les ofrece una ocupación significativa y constructiva”, señala el médico. “Este tipo de formación ha demostrado ser efectiva en la creación de competencias y habilidades laborales, al tiempo que promueve un entorno social positivo y productivo”.

Otro de los argumentos que brinda García, es la inversión en los planes de prevención. Los municipios y departamentos invierten en prevención del consumo de sustancias psicoactivas, pero los resultados no siempre son efectivos. El consumo de estas sustancias sigue en aumento. Por eso el médico señala que el café, sobre todo en nuestra región, debe ser una alternativa para que los jóvenes tengan otras alternativas, tanto laborales, como de tiempo libre. 

Beneficios del café en la prevención de estas conductas

Otro de los argumentos que brinda el médico García, es el de los beneficios del café en el cuerpo humano. Debido a la secreción de sustancias claves para el organismo como la dopamina, y porque estimula las capacidades cerebrales, especialmente el núcleo accumbens. 

El café tiene un impacto importante en la liberación de dopamina en el cerebro, una sustancia clave en la motivación, la alimentación, el sexo y la convivencia social. Los psicoactivos, por su parte, liberan una cantidad excesiva de dopamina, lo que puede llevar a una sobreestimulación y a problemas de adicción.

“El consumo de café libera dopamina de una manera más controlada, lo cual puede ayudar a regular los niveles de esta sustancia en el cerebro. A diferencia de las sustancias psicoactivas, el café no produce excesos de dopamina, evitando así los efectos negativos asociados con la sobreestimulación”, comenta García.

Para él este factor es fundamental para que el café sirva como prevención de conductas adictivas en los jóvenes. Aprender a compartir una taza de café de buena calidad, en compañía de amigos, familiares o parejas, produce sensación de bienestar y produce que la dopamina se regule en su secreción, invitando a que el joven decida o busque tener más momentos como esos. 

Fomentar el consumo de café entre los jóvenes no solo podría prevenir el consumo de sustancias psicoactivas, sino también estimular sus capacidades cerebrales y mejorar su rendimiento cognitivo. “El café libera dopamina en el núcleo accumbens y en otras áreas del cerebro, ayudando a mantener una mente activa y saludable sin los riesgos asociados con las sustancias psicoactivas”, concluye el médico.

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