Paula Cabaleiro

EFE | LA PATRIA | Armenia

En el Museo del Oro Quimbaya de Armenia no hay una sola pieza de la colección de tesoros de esa cultura precolombina.

Se encuentran en España y Estados Unidos, algo que ha suscitado debates entre expertos que consideran que la devolución es una cuestión de justicia cultural.

El Tesoro Quimbaya está en su mayor parte en Madrid desde 1893, cuando el presidente colombiano Carlos Holguín Mallarino obsequió a la reina española María Cristina de Habsburgo 122 piezas halladas poco antes en el departamento del Quindío, en el centro del país, como agradecimiento por la ayuda de la Corona en una disputa limítrofe con Venezuela.

Otra parte del mismo tesoro, compuesta por más de 90 piezas, está en un museo en Chicago (Estados Unidos).

Sin embargo, la directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), Alhena Caicedo, señala que el regalo supuso un acto por el que los colombianos esperaban "un retorno, una deuda que debió ser pagada".

"Cuando uno da un regalo siempre está esperando algo a cambio", dijo Caicedo a EFE, aunque también aclaró que "hay que tener en cuenta el contexto y las razones que tenía ese presidente que tomó la decisión de donar el tesoro".

Hace dos semanas, el Gobierno colombiano solicitó formalmente al Estado español que le devuelva las piezas del Tesoro Quimbaya, algo que suscitó muchos debates en el Parlamento entre la formación de izquierda Sumar y el conservador Partido Popular, quienes se acusaron mutuamente de no defender los intereses de España, debate que todavía no ha llegado a una conclusión.

¿Tesoro o colección Quimbaya?

El Tesoro Quimbaya fue protagonista este viernes en Colombia del simposio "Rescatando Nuestro Origen Quimbaya", en el que participaron unos 90 académicos y expertos internacionales y de la región que coincidieron en que "las piezas pertenecen al patrimonio cultural del país" y en que "tesoro" hace referencia a la riquezas de lo material y, en su contra, "colección", se refiere a lo cultural y artístico.

En una tierra donde leyendas como la de El Dorado protagonizan la colonización, Caicedo se preguntó si estaríamos en el mismo lugar si las piezas no fuesen de oro: "Para nosotros sigue siendo igual de valioso porque son pestillos arqueológicos que hablan de la historia de Colombia".

En este sentido resaltó que una de las motivaciones de traer de vuelta la colección es poder investigarla y aprender sobre la cultura Quimbaya, que habitó desde el siglo III el centro de Colombia, en especial entre los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas, y fue uno de los pueblos más afectados por la Conquista hasta desaparecer en el siglo XVII.

Otras expertas, como la exdirectora del Museo del Oro Clemencia Plazas, se cuestionaron en el simposio sobre la fabricación de las obras.

"Las piezas tienen un desarrollo inigualable, el trabajo del oro es increíble para una comunidad del siglo IV, ese oro necesitaba dos o tres fundiciones sucesivas".

Una conversación difícil

Los expertos mantuvieron una "conversación difícil" sobre la apropiación del patrimonio de la cultura prehispánica.

También asistió el ministro de las Culturas de Colombia, Juan David Correa, quien resaltó que España tiene que reconsiderar la posesión del tesoro, y para ello enviaron una carta al ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, y al ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

Independientemente de la respuesta de esa carta, anunció que crearían un fondo para investigar esta cultura precolombina: "Hoy somos iguales ya no somos colonizados, tenemos dignidad que es relevante para el momento histórico que estamos viviendo el Colombia", agregó.

Ejemplo de repatriación latinoamericana

Uno de los puntos que se trataron fue la posibilidad de que Colombia se convierta en un ejemplo para Latinoamérica de cómo las poblaciones pueden recuperar su patrimonio cultural.

Así lo expresó a EFE el experto francoestadounidense Pierre Losson, quien puso el foco en las comunidades indígenas que "confían en el Gobierno para que recuperen las piezas históricas de una población que fue masacrada".

El investigador resaltó que "justamente, el Estado colombiano puede reclamar la colección porque ya no hay una conexión directa con ninguna comunidad indígena contemporánea".

Correa concluyó igualando la importancia de la colección Quimbaya a la tumba de Tutankamón, al tesoro del Señor de Sipán (Perú), o a los tesoros que se han encontrado en los pueblos mexicanos mayas y aztecas. 

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