Fotos | Albeiro Rudas | LA PATRIA
Una misa, lo mejor para celebrar los 103 años.
LA PATRIA | Anserma
El 24 de octubre llegó la esperada fecha, la celebración de los 103 años de vida de José de Jesús Restrepo Muñoz. Ese día, en horas de la mañana, sus ocho hijos organizaron una eucaristía de agradecimiento, celebrada en su casa.
Don Jesús habita en una vivienda ubicada a un costado de la Cooperativa de Caficultores, en la avenida El Libertador. Algunos vecinos se sumaron a la misa, luego vinieron la torta y el vino. José de Jesús, ese es su nombre completo, sentado en su sala se abrazó con sus hijos.
Nació en el municipio de Fredonia (Antioquia) y dice que lo trajeron a la espalda de un cargador de arriería hasta Anserma (Caldas) cuando tenía cinco años de edad. Su familia se radicó en este municipio de la cordillera occidental, de donde decían que por aquí había trabajo y tierras para las numerosas familias de antioqueños que buscaban colonizar y buscar nuevos horizontes.
Desde muy joven desarrolló el gusto por los carros y ese fue su oficio, hasta que la salud se lo permitió, y finalizo llevando y trayendo pasajeros a veredas de Anserma en un campero. Por eso, fue un chofer muy conocido en la localidad. De hecho, cuando sale todos los días con su hija a caminar al parque, lo saludan y lo reconocen.
Se casó con Celia Rosa Loaiza, de cuya unión nacieron 11 hijos, 3 de ellos ya fallecidos, lo mismo que su esposa, que lo dejó viudo hace 7 años, a la edad de 92.
Sus recuerdos se centran mucho en la violencia que vivió por culpa de los conflictos de liberales y conservadores. También cuenta con gracia, que fue muy parrandero y tomador.
Atribuye su longevidad a un aguardientico blanco diario, aunque desde hace varios años no lo hace porque los médicos se lo prohibieron. Aún goza del cariño de 27 nietos. Su hijo mayor tiene ya 78 años y confía en haber heredado la longevidad de su padre.
Todos los días, José de Jesús sale con una hija a dar un paseo.