LA TRAMPA | Manizales
“Laissez faire, laissez passer" era un grito de batalla para pedir libertades y lo han adoptado durante años ciertos amigos de la anarquía porque sienten que los representa. Dejen hacer, dejen pasar también lo emplea hoy algún libertariano de vuelta a la economía, donde se originó la expresión, para exigir que el Estado permita a los particulares funcionar.
Lo que es toda una novedad de los últimos tiempos es que quienes propenden hoy por dejar hacer y dejar pasar sean los representantes del Estado, para la muestra muchos botones en nuestras golpeadas democracias, con énfasis especial en la Manizales venida a menos.
Hemos intentando reunir algunas de las muchas normas que no se hacen cumplir, de los desórdenes que se dejan pasar, de las inacciones de un Ejecutivo que desde hace varias administraciones atrás pasa de agache con lo que le corresponde: ejecutar.
Completen la lista si desean: