Foto | Tomada de CNN en Español | LA PATRIA El libro del príncipe Enrique, "En la sombra".
El príncipe Enrique del Reino Unido ha revelado que "solo lloró una vez", durante el entierro, por la pérdida de su madre, la princesa Diana, fallecida en un accidente de coche en 1997.
El hijo menor del rey Carlos III y su primera esposa confiesa haberse sentido "culpable" por esa incapacidad de llorar, que atribuye a su restrictiva educación, en una entrevista con la cadena británica ITV, previa a la publicación el martes de su libro de memorias, titulado en español "En la sombra".
Según extractos de esta entrevista, que se emite en su totalidad este domingo a las 21 GMT, Carlos ni siquiera le abrazó cuando le comunicó la muerte de su madre sentado en su cama en el castillo escocés de Balmoral.
Enrique revela también que el hermano de Diana, el conde Carlos Spencer, se opuso inicialmente, calificándolo de "barbaridad", a que Guillermo y Enrique, entonces de 15 y 12 años, caminaran detrás del ataúd de su madre durante la procesión pública por su entierro, un acto que afectó profundamente a los menores.
El príncipe de 38 años dice que él y seguramente también su hermano -el actual heredero al trono- se sintieron culpables al ver y estrechar la mano a miles de ciudadanos que lloraban, cuando ellos no eran capaces de demostrar emoción.
"Había 50.000 ramos de flores para nuestra madre y ahí estábamos, estrechándole la mano a la gente, sonriendo…", rememora Enrique, que agrega que luego entendieron por qué tenían las manos "mojadas", era "de secarse las lágrimas".
"Todo el mundo pensaba y sentía que conocía a nuestra madre, y las dos personas más cercanas a ella, las dos personas que ella más amaba, no pudieron mostrar ninguna emoción en aquel momento", declara al periodista Tom Bradby en "Enrique: La entrevista".
El príncipe, que actualmente vive en Estados Unidos, explica asimismo que recreó el viaje en coche que llevó a la muerte de su madre el 31 de agosto de 1997 en un túnel en París, con la esperanza de poner fin "a una década de dolor implacable".
La entrevista de ITV es una de cuatro -el resto, con cadenas estadounidenses- que Enrique ha concedido antes de que el 10 de enero salga a la venta su libro, en inglés "Spare" (El repuesto - como llama la aristocracia inglesa al segundo hijo, suplente del heredero).
En otros extractos de las declaraciones a ITV, Enrique defiende su decisión de contar su versión de la historia ("no veo cómo no hacerlo puede servir de algo", dice) y asegura que quiere una "reconciliación" con su familia, aunque primero debe haber una asunción de "responsabilidades".
Por otra parte, en base a filtraciones del libro -que se publicó prematuramente por error en España, aunque luego se retiró de las librerías-, también se ha sabido que supuestamente el príncipe Carlos se sentía celoso de la popularidad de sus nueras y que Guillermo agredió físicamente a Enrique en una discusión sobre Meghan.
Enrique asegura también que ambos hermanos imploraron a su padre que no se casara con Camila; que mató a 25 talibanes como piloto de helicópteros en Afganistán; que perdió la virginidad a los 17 años con una mujer mayor fuera de un pub lleno de gente y que ha consumido cocaína y setas alucinógenas.
Otras revelaciones
El príncipe Enrique de Inglaterra revela en su autobiografía que mató a 25 talibanes cuando prestó servicio en Afganistán como piloto de helicóptero, según extractos del libro que publican este viernes los medios británicos.
La autobiografía, que en español lleva el título de "En la sombra", ha provocado un gran debate en los medios del Reino Unido por los detalles revelados y su impacto en la Casa Real.
El libro -titulado "Spare" ("Repuesto") en inglés- saldrá publicado oficialmente el próximo martes, aunque algunos ejemplares salieron ayer a la venta por error en España.
Tanto la prensa seria como los tabloides británicos abarcan amplios espacios y titulares a lo que cuenta el duque de Sussex, sobre todo sobre su misión en Afganistán en 2012-13.
El príncipe afirma que participó en seis misiones, todas las cuales involucraron muertes, pero las vio como justificables.
"No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas", escribe el hijo menor del rey Carlos III, de 38 años.
Los medios cuestionan hoy si fue acertado contar las personas que mató en Afganistán por el riesgo que implica para su seguridad.
El tabloide "The Sun" afirma que, no solo arriesga su seguridad, sino que ha traicionado a sus colegas del Ejército británico que también sirvieron en el frente de batalla en Afganistán.
Entre otras revelaciones, Enrique cuenta que consumió drogas cuando era adolescente, como cocaína y marihuana, y que incluso consultó con una mujer con "poderes", sin dar su nombre ni decir si era vidente, que le dijo que su madre, la fallecida Diana de Gales, aprobaba su decisión de iniciar una nueva vida en Estados Unidos con su mujer, la actriz estadounidense Meghan Markle.
El duque resalta, asimismo, que él y su hermano, el príncipe Guillermo, le habían pedido en su día a su padre que no se casara con Camila Parker-Bowles, pero que Carlos III desoyó la petición, ya que contrajo matrimonio con ella en abril de 2005 en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor (a las afueras de Londres).
La autobiografía, escrita por JR Moehringer a partir de lo que le contó Enrique, alega que una vez el ahora Carlos III bromeó con su hijo menor al decir: "¿Quién sabe si yo soy tu verdadero padre?".
El duque agrega que fue una broma de "mal gusto" debido a los rumores que existían cuando era más joven sobre un romance que Diana de Gales había tenido con el oficial de caballería James Hewitt.
Algunos medios llegaron a conjeturar hace años que Enrique podía ser hijo de Hewitt, algo negado rotundamente por el mismo duque y también por el oficial de caballería.
Según reveló ayer el diario "The Guardian", el príncipe Guillermo agredió físicamente a Enrique en 2019 por la furia del ahora heredero al trono británico con Meghan Markle.
En ese incidente, ocurrido en la casa donde Enrique vivía, ubicada en los terrenos del palacio de Kensington, Guillermo llegó a calificar a la duquesa como "difícil", "grosera" y "áspera",
"Todo sucedió tan rápido. Muy rápido. Me agarró por el cuello, rasgó mi collar y me tiró al suelo. Aterricé en el plato del perro, que se partió debajo de mi espalda, los pedazos me cortaron. Me quedé allí por un momento, aturdido, luego me puse de pie y le dije que saliera", cuenta el príncipe Enrique.
Celos de su padre
El príncipe Enrique afirma que su padre, el rey Carlos III, se sentía celoso (antes de acceder al trono) ante la posibilidad de que sus nueras, Meghan y Catalina, le robaran protagonismo, en el libro de memorias que se publicará el próximo martes.
De acuerdo con la prensa británica, que ha obtenido copias del volumen, el entonces príncipe de Gales se mostró reacio a apoyar económicamente a los duques de Sussex e incluso a los de Cambridge, Guillermo -ahora primero en la línea de sucesión- y Catalina.
Enrique, que actualmente vive en Estados Unidos, explica que, antes de casarse con Meghan, su padre le preguntó si ella seguiría trabajando como actriz y, cuando él le dijo que no porque seguramente se trasladaría a vivir al Reino Unido, el hoy rey le advirtió de que "no había dinero de sobra" para mantenerla.
En su libro titulado en español "En la sombra", el hijo menor de Carlos y Diana duda de estas presuntas dificultades financieras al concluir que la finca de su progenitor en el ducado inglés de Cornualles es "tremendamente lucrativa".
Interpreta entonces que lo que no quería Carlos es que una "nueva y resplandeciente" miembro de la monarquía, Meghan, "le robara el protagonismo", según la prensa británica.
Enrique argumenta que su padre ya había experimentado antes esta sensación y no le gustaba, en aparente alusión a la popularidad de Diana, fallecida en accidente de coche en 1997.
En otra parte del libro, el príncipe revela también que a Carlos no le gustaba que Guillermo y Catalina recibieran demasiada atención de los medios de comunicación, y asegura que en 2015 manifestó su descontento con la cobertura que recibían.
"Willy (Guille) hacía todo lo que él quería y, a veces, no quería que hiciera mucho, porque a mi padre y a Camilla no les gustaba que Willy y Kate recibieran demasiada publicidad", escribe, de acuerdo con la prensa británica.
Afirma que, antes de un compromiso público en particular, el personal de Carlos insistió en que Catalina no fuera fotografiada sosteniendo una raqueta de tenis, ya que, aduce, "sin duda ese tipo de foto habría sacado a papá y a Camilla de todas las portadas".
Los medios británicos han publicado en los últimos días múltiples revelaciones extraídas de la biografía de Enrique y de las entrevistas que ha concedido a cadenas estadounidenses y a la británica ITV, que la difunde en su totalidad este domingo.
Entre otras cosas, se ha publicado que Guillermo agredió físicamente a Enrique tras mantener una discusión sobre Meghan; que Enrique mató a 25 talibanes como piloto de helicópteros en Afganistán; que perdió la virginidad a los 17 años con una mujer mayor fuera de un pub lleno de gente; que consumió cocaína a los 17 y setas mágicas a los 31; y que se le congeló el pene en un viaje a la Antártida.
Además, según la prensa, Enrique dice que ambos hermanos imploraron a su padre que no se casara con Camila; que Carlos ni siquiera le abrazó cuando le comunicó la muerte de su madre y que fueron Guillermo y Catalina los que le animaron a ponerse un disfraz de nazi en una fiesta en 2005.