Ilustración.
LA PATRIA| MANIZALES
Vuelve y juega. Las caldenses son víctimas de trata de personas. Les ofrecieron altos ingresos en posibles empleos en Chile, pero todo era un engaño. Se reportó la captura de seis personas de una misma familia en Manizales, quienes engañaron a damas de la ciudad, especialmente de los barrios Fátima y El Aguacate.
Se cumplieron el fin de semana las audiencias ante un juzgado de control de garantías, tras el operativo adelantado por una fiscalía especializada de Cali. Empezaron el jueves y a los aprehendidos los procesan por trata de personas, tortura, lavado de activos y concierto para delinquir.
En la audiencia se llamó la atención de que las víctimas eran de un barrio muy deprimido de Manizales, como El Aguacate, situación aprovechada por esa banda. Algunas jóvenes fueron engañadas y otras, al parecer, eran conscientes de lo que hacían.
Una mujer de nombre Paula metió a la mamá, abuela, hijos, hermanos y cuñados a la banda, quienes le ayudaban a conseguir las víctimas. Se llevaban a las mujeres hasta Chile y allí las repartían por diferentes ciudades. "Viajaban por Pereira, luego a Bogotá y les metían mil dólares entre los zapatos", se narró en audiencia.
El juez expresó que no se podía permitir que las mujeres cayeran en estas redes, más las del Eje Cafetero, apetecidas para ese tipo de delitos. Se habló de 30 víctimas, que permanecían amenazadas, pero serían 27 más, todas de la capital caldense.
Trasnacional
Una funcionaria de la Secretaría de Integración y Desarrollo Social le explicó a este diario que este delito trasnacional no solo consiste en la prostitución ajena, como el común de la ciudadanía lo cree, sino que existen otras modalidades como los trabajos o servicios forzados, la esclavitud, mendicidad, servidumbre, matrimonio servil y la extracción de órganos.
En el 2022 se reportaron nueve casos, especialmente por explotación sexual y trabajos forzados. Manizales y La Dorada son los municipios de mayor prioridad. En 2021 se registraron ocho.
La fiscal Claudia Patricia Niño sostuvo en un conversatorio que las penas por trata de personas pueden ir de 13 a 23 años de prisión y sigue siendo Colombia de los países con más víctimas en el mundo, lo que valió un llamado de atención de la Corte Interamericana.
Prevenga al viajar
- - Informe a familiares o personas cercanas su destino y números telefónicos para localizarlo.
- - Deje fotocopia de todos los documentos.
- - Regístrese en el consulado colombiano al llegar al destino.
- - Alerte a la familia sobre los posibles riesgos del viaje.
- - Si va a viajar, que no sea en situación de riesgo.
¿Cómo actúan?
- - Son personas atractivas y carismáticas que se ganan la confianza de la víctima.
- - Contactan por redes sociales, casas de modelaje, clasificados, falsas agencias de viajes y salones de belleza.
- - Asumen los gastos de viaje, indican cómo vestirse, actuar y qué decir ante las autoridades.
- - Acompañan a la víctima en el viaje para vigilar que llegue al destino final.
- -Si usted es o conoce a una víctima de trata de personas, puede comunicarse a la línea gratuita nacional 018000522020, al 122 o al número en Bogotá 5702000 de la Fiscalía, opción 7 y #2.
Otros casos caldenses
- - A los 13 años. Una pesadilla vivió una doradense, de 13 años, víctima de trata de personas en el Huila. Fue contactada para trabajar, supuestamente, como meseras en Neiva, pero al llegar al destino las llevaban a dos establecimientos comerciales donde eran obligadas a prestar servicios sexuales a distintos hombres.
- -Desde La Dorada. Unas 100 mujeres doradenses fueron víctimas de trata de personas durante 10 años. Las llevaban a Trinidad y Tobago con promesas de ingresos millonarios. Al llegar eran despojadas de documentos, encerradas y esclavizadas sexualmente.
- -Sueños de modelar. El sueño de 10 mujeres, de ser modelos reconocidas y desfilar en muchas pasarelas, terminó en engaño. En Manizales empezó lo que luego se convertiría en una pesadilla en Chile. Terminaron captadas por una red de explotación sexual, que las mantuvo encerradas por meses.
- -Ilusiones. Se marchó con la ilusión de ser modelo, trabajar en una oficina o estudiar. Sin embargo, cuando llegó a la China las condiciones cambiaron y los sueños se le fueron al piso. Los trasnochos no fueron en una universidad, sino en un bar; no pudo modelar, pero varios hombres sí la pusieron a desfilar en diminutas prendas o desnuda; y la supuesta oficina se cambió por una casa en la que solo descansaba por ratos. Le pasó a una chinchinense, de 22 años.