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Ante la Corte, el docente esperaba que lo absolvieran por acoso sexual.
La Corte Suprema de Justicia inadmitió el recurso de casación que presentó el abogado de un docente de un colegio de Aguadas. Pretendía que le tumbaran la sentencia por acoso sexual, que le había dado el Tribunal Superior de Manizales, en agosto del 2021. En esa segunda instancia lo absolvieron de dos delitos, pero lo condenaron por este otro.
La narración de la Fiscalía indica que en el 2018, a la víctima, de 16 años, estudiante de décimo, el docente le pidió su número de teléfono con la excusa de solicitarle el envío de una foto que el menor había tomado en las instalaciones de la institución educativa.
"A partir de ese momento empezó a contactarlo recurrentemente por WhatsApp, primero para sugerirle que hicieran ejercicio juntos, luego para que le enviara imágenes de su cuerpo desnudo (amenazándolo en una ocasión con que perdería materias si no lo hacía, por lo cual el joven le remitió una fotografía explícita)", explica el relato.
Finalmente, le envió fotos de sus genitales y le efectuó propuestas de intercambio sexual, por lo que le insistió de manera reiterativa, a pesar de que el menor siempre se negó. Los padres del joven denunciaron los hechos tras revisar el celular y hallar las conversaciones.
Al docente lo aprehendieron el 12 de septiembre del 2018 y le imputaron utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con personas menores de 18 años y constreñimiento ilegal agravado. Lo mandaron a prisión. El 6 de septiembre del 2019 le dieron 10 años, 10 meses y 20 días de pena.
Su abogado apeló, el Tribunal lo absolvió por esos dos delitos, pero consideró que se daba otro diferente: acoso sexual. Le dio 15 meses, con libertad condicional e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas. Ordenó su libertad inmediata.
"El Tribunal entiende configurado un acoso sexual porque el acusado fue insistente en su intento por tener contacto sexual con la víctima, pese a que esta había rechazado su propuesta y, ello, prevalido de su superioridad docente sin importar el rechazo del menor y la aclaración de que tenía gusto heterosexual".
De mutuo acuerdo
Se quiso demostrar que entre docente y alumno "había un romance libre y que para justificar el incómodo descubrimiento de sus padres, el menor resolvió inventar el cuento de un chantaje".
La decisión
La Corte inadmitió la demanda no solo por las falencias técnicas que exhibía, sino porque resulta sustancialmente insuficiente para evidenciar la posible ocurrencia de uno o más errores que hagan necesario su estudio de fondo.