Los sentenciados.
LA PATRIA| MANIZALES
Querer obtener plata fácil les costó a Baudelino Cruz Ariza y Alexánder Ramírez Cardozo un proceso por secuestro simple, tentativa de hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas.
A ellos los condenó, el 29 de junio de 2022, el Juzgado Penal del Circuito de La Dorada y les dio 20 años de prisión.
Recientemente el Tribunal Superior de Manizales modificó esa pena, tras la apelación presentada por su abogado.
De acuerdo con la acusación, los hechos tuvieron ocurrencia el mediodía del 12 de enero del 2017, cuando a la finca Panorama, vereda San Cayetano, del municipio de Puerto Salgar, varios hombres arribaron y abordaron al administrador, Fabián de Jesús Rodríguez Tafur, a quien ingresaron a la casa de habitación, lo amarraron y lo ubicaron, bajo amenaza con arma de fuego, dentro del baño, siendo custodiado por uno de los asaltantes.
Mientras tanto, los demás se ubicaban en las afueras, procurando lo necesario para la apropiación de 20 cabezas de ganado.
Estando en curso la acción delictiva, algunos tractoristas que salían de la finca se percataron de que algo anómalo sucedía, por lo que acudieron con prontitud ante familiares vecinos del administrador, quienes de forma inmediata contactaron a una patrulla de Policía de Carreteras que, ante lo narrado, fue al sitio de los acontecimientos en que, efectivamente, encontraron a la víctima y a un desconocido, posteriormente identificado como Ramírez Cardozo.
Este último fue señalado como quien tenía al administrador amordazado dentro de la vivienda. Ante la referencia de que eran varios los asaltantes y la presencia de una persona en actitud sospechosa en el portón de la finca a la llegada de la Policía, otros uniformados que arribaron a prestar apoyo se dieron a la tarea de revisar los alrededores, avistando y siendo advertidos por la comunidad de que, en un matorral contiguo a la vía y a pocos metros de la finca, un hombre buscaba huir, al tiempo que intentó deshacerse de un arma de fuego que arrojó, sin que lograra ninguno de los dos cometidos. Abordado por la autoridad, fue también capturado en flagrancia e identificado como Baudelino.
Proceso
El 13 de enero de 2017, ante el Juzgado Primero Promiscuo Municipal de La Dorada, se legalizó la captura en flagrancia de ambos, a quienes se les formuló imputación como coautores de los delitos de secuestro simple, tentativa de hurto calificado y agravado, y porte ilegal de arma de fuego.
Ninguno de los dos imputados admitió responsabilidad, tras lo cual recuperaron la libertad, como quiera que la Fiscalía declinó de cualquier pedido de medida de aseguramiento.
Culminada la fase de investigación, el 31 de mayo de ese año se dio la audiencia de formulación oral, que tras el juicio terminó en condena. El juez anotó que el testimonio del afectado dejaba entrever sinceridad, precisión, seriedad y otros atributos por los que debía acogerse en sus dichos, como también el de los policías que con prontitud atendieron el caso, quienes tampoco adolecían de contradicciones o intención de faltar a la verdad.
El secuestrado demostró que estuvo amordazado al enseñar sus muñecas laceradas por las cuerdas, conociéndose a través de su testimonio que la finalidad de quienes ingresaron no era otra sino hurtar el ganado.
"Acerca de la configuración del secuestro se indica en el fallo que está claro que la restricción a la locomoción lo fue por varias horas, y la liberación obedeció sólo a la presencia policial. Esto es, no fue un acto voluntario sino estratégico para buscar disuadir a los uniformados de que no pasaba nada ilícito, como así no ocurrió por el nerviosismo y manifestaciones que tuvo la víctima, quien fue corroborada en los aspectos esenciales con el testimonio de los agentes de policía que lo auxiliaron y que capturaron en el acto a Alexánder dentro de la casa, de lo que no tuvo una explicación satisfactoria de su presencia", se explicó.
La condena se fijo en 16 años por el secuestro, más dos años por cada una de los dos restantes conductas ilegales. Sin embargo, en su revisión, el Tribunal absolvió por el secuestro y condenó por lo demás. Quedó en 11 años.
El afectado aseguró que varias de las personas que al mediodía lo abordaron y procuraron su retención ya las había visto desde las 5:00 a.m. de ese mismo día, pues a esa temprana hora se acercaron a la residencia en la que vivía, le llamaron y le dijeron que necesitaban una llave para desvarar un carro, sin que les abriera, porque desde ese primer momento observó extraña la situación.
Los sujetos entraron a la finca a la 1:30 de la tarde y dijeron que la patrona les debía una vacuna, por lo que se iban a cobrar con el ganado que ella tenía en el predio.