Foto | EFE | LA PATRIA Rescatistas ucranianos trabajan en el sitio de un edificio residencial después de que fuera dañado por una explosión en Kharkiv, Ucrania occidental, el 1 de agosto de 2023, en medio de la invasión rusa.
EFE | LA PATRIA | Moscú/Kiev
Rusia se acostumbra a los ataques de drones, que se vuelven cada vez más cotidianos, ya que Ucrania intenta llevar la guerra al corazón del país vecino, que tiene que canalizar recursos para defender sus propias infraestructuras.
"Moscú se acostumbra aceleradamente a la guerra total, que pronto se trasladará de un modo definitivo al territorio de los responsables de esta guerra para cobrarles la deuda", declaró hoy el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, al comentar un nuevo ataque de drones contra la capital rusa.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informó hoy de que un dron se estrelló contra la fachada de uno de los rascacielos que conforman el corazón financiero de la capital, Moscow City, dos de cuyas torres ya sufrieron daños el pasado sábado en un ataque similar.
La defensa antiaérea también derribó dos drones en la región de Moscú, uno de ellos en la localidad de Naro-Fominsk, donde está estacionada la Segunda División de Infantería Motorizada, unidad de élite del Ejército ruso.
"Todo lo que pase a partir de ahora en Rusia es un proceso histórico. Más drones de origen desconocido, más desintegración, más conflictos civiles, más guerra", alertó el asesor de la Presidencia ucraniana.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, trató de quitar hierro al incidente y se limitó a constatar que "realmente la amenaza existe, es evidente y se toman medidas".
Drones en alta mar
Pero no solo la capital rusa fue objeto de ataques de naves no tripuladas. Defensa informó de que dos buques de la Armada rusa repelieron un ataque de tres drones acuáticos ucranianos.
"Esta noche, las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron sin éxito atacar los patrulleros 'Serguéi Kótov' y 'Vasili Bykov' de la Flota del Mar Negro con tres lanchas no tripuladas" a 340 kilómetros al suroeste del puerto crimeo de Sebastopol.
Posteriormente, Moscú denunció otro ataque contra varios buques mercantes rusos en la zona suroccidental del mar Negro, "que se dirigían al estrecho del Bósforo en la zona suroccidental del mar Negro".
Según el portavoz militar, Ígor Konashénkov, "los buques de la Armada Rusa que escoltaban el transporte marítimo detectaron a tiempo" los drones atacantes y los destruyeron.
Ataques rusos a la retaguardia ucraniana
Rusia, por su parte, también hostiga la retaguardia enemiga. En la madrugada del martes atacó con drones iraníes Shahed la ciudad oriental de Járkov y bombardeó con la artillería la sureña Jersón.
"El enemigo atacó Járkov con cinco Shahed. Todos los servicios (de Emergencias) están trabajando", informó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Por su parte, el jefe de la administración militar de Jersón, Roman Mrochko, señaló que los bombardeos ruso se cobraron la vida de "un joven doctor, que había empezado a trabajar hace pocos días" e hirieron de gravedad a una enfermera.
Pulsos en el frente sur y este
Todo ello mientras en el frente de batalla continúa el pulso entre ambos bandos sin grandes ganancias territoriales.
El portavoz del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Shtupun, afirmó que "en la dirección de Zaporiyia el enemigo está concentrando sus esfuerzos en impedir el avance de nuestras tropas".
Más al norte, en la región de Járkov, los ucranianos a su vez "mantienen firmemente la defensa, repelieron con éxito los ataques enemigos al este de Berestovo, en Járkov, y cerca de Novoselivske, en Lugansk", añadió.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, reconoció que los ucranianos "continuaron sus intentos de ofensiva en los frentes de Donetsk, Zaporiyia, Kupiansk y Limán".
Sin embargo, aseguró haber "rechazado exitosamente" todos los ataques en estos sectores del frente y aseguró que en la zona de Kupiansk las tropas rusas "continuaron su ofensiva y ocuparon mejores posiciones".