Foto | EFE | LA PATRIA
Este intento de invitar a la ciudadanía a moverse de manera sostenible que se extendió desde las 5:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche, según recordó la alcaldesa, Claudia López, “fue decidido por voto popular en el año 2000”.
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Famosa por sus trancones, Bogotá amaneció ayer teñida de amarillo taxi, azul o rojo de los buses de Transmilenio y sin vehículos particulares circulantes con motivo del Día sin carro ni moto, en el que se estimó una reducción del 51% de las emisiones de CO2, según la Secretaría de Ambiente.
En las concurridas calles que tienden a la congestión como la carrera séptima, apenas se escucharon los irritantes y nerviosos pitidos de los conductores a los que la ciudad parece haberse acostumbrado. En su lugar, los ciclistas se apoderaron de los carriles centrales de la senda, mientras se cruzaban con monopatines y patinetes.
"Otra Bogotá sostenible es posible cuando cambiamos la movilidad de vehículos a gasolina y un pasajero a modos compartidos por varios usuarios, con energía limpia, que ocupan menos espacio público", aseguró la alcaldesa de la capital, Claudia López, desde su cuenta de Twitter.
A lo largo de 600 kilómetros de ciclorruta y 101 kilómetros adicionales de ciclocarriles, las autoridades registraron cerca de 16.000 ciclistas en la ciudad e informaron del uso del sistema de bicicletas compartidas por 500 usuarios que contribuyeron a reducir la congestión y el número de vehículos circulantes en un 16%, en comparación con un día típico.