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El alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, junto a la hija de Carlos Pizarro, María José, ambos participaron de la conmemoración organizada por el Gobierno.
Laia Mataix Gómez
EFE | LA PATRIA | Bogotá
En la entrada de la Casa de Nariño, sede del Gobierno, una vitrina y dos guardias custodian uno de los bienes más preciados del país: la espada del libertador Simón Bolívar, robada hace 50 años por la guerrilla del M-19.
El auditorio del Museo Nacional de Colombia fue el escenario ayer de un viaje al pasado: centenares de personas decoraron el lugar con banderas de la guerrilla urbana y los característicos colores rojo, azul y blanco del M-19, acompañados con las caras de los más representativos líderes de ese grupo.
Precisamente será este museo el que albergará la espada de Bolívar durante el próximo mes para que todos aquellos colombianos interesados puedan ver de cerca este objeto en un "evento de memoria histórica que busca resignificar y repensar lo sucedido hace 50 años", explicó el ministro de Cultura, Juan David Correa.
"Queremos que la gente pueda mirar este objeto con curiosidad, preguntarse cosas a través de él. Los objetos encierran historias, son simbólicos y nos enseñan caminos, y eso es lo que queremos decirle al país, tenemos que visitar la historia y conversar sobre ella no para ponernos de acuerdo necesariamente, sino para que haya una mayor complejidad en el relato nacional", agregó Correa.
La historia de la espada
El robo de la espada de Bolívar fue el primer acto público de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19), que la sustrajo el 17 de enero de 1974 de la Quinta de Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición, lugar en el que dejaron la proclama: "Bolívar, tu espada vuelve a la lucha".
La espada tardó en regresar a Colombia. No fue hasta la desmovilización en 1991 de la guerrilla que este objeto volvió a la que había sido su casa, como Bolívar, tras recorrer varios países latinoamericanos.
Su periplo no estuvo exento de anécdotas, como cuando casi se pierde con la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989.
En los 17 años en los que el símbolo nacional estuvo en manos del M-19 los mitos se sucedieron: que había sido entregada al narcotraficante Pablo Escobar, quien se la habría regalado a su hijo o que los guerrilleros se la dieron a Fidel Castro. También se contó que estuvo escondida en casa del poeta León de Greiff.
La espada es "un símbolo tan importante, un llamado a sacar las cosas del olvido", rescató el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, quien también fue dirigente del M-19 y estuvo presente en el evento celebrado ayer, donde también lo acompañaron otros miembros de la guerrilla como Vera Grabe, actual jefa negociadora de paz del Gobierno con el Ejército de Liberación Nacional (Eln).
Memoria histórica
Cuando la espada fue devuelta en 1992, el entonces presidente César Gaviria "la guardó en una bóveda del Banco de la República y ningún colombiano pudo verla", explicó la senadora María José Pizarro, hija de uno de los fundadores del M-19, Carlos Pizarro.
De hecho, la espada volvió al centro de la discusión en el país cuando la primera orden de Gustavo Petro como presidente fue sacarla a la Plaza de Bolívar durante su toma de posesión, una petición que había sido denegada previamente por su antecesor, Iván Duque.
Desde entonces, la espada permanece en la entrada de la Casa de Nariño, donde quien acceda al palacio puede verla.
La espada, según Pizarro, tiene un doble significado, pues no es solo un símbolo de Bolívar, que le dio la independencia a Colombia, sino también es un emblema de la paz: "Se retornó con el último gran intento de acuerdo nacional que fue la Constitución del 1991".
Ya sea en el Museo Nacional o en la Casa de Nariño, la espada de Simón Bolívar se erige en Colombia como un símbolo de la libertad para unos y otros, aunque el relato oficial sigue dividido entre si fue un robo o si fue una recuperación. Ahora todos los colombianos pueden hacer parte de esta conversación.
Coincidencia
Gustavo Petro, exmiembro del M-19, en su investidura como presidente de la República, ordenó como su primer acto de gobierno a la Casa Militar traer la espada de Bolívar. El M-19 la roba en 1974 y 50 años después uno de sus integrantes se convierte en mandatario de Colombia.