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Los menores recibieron ayer la visita de una comitiva del Gobierno nacional, encabezada por el presidente, Gustavo Petro.
Irene Escudero
EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
Hay palabras que no paran de repetirse en las últimas horas en Colombia: "Milagro" es la primera, porque aún no se acaba de entender cómo cuatro niños pudieron sobrevivir 40 días en una selva espesa, y "heroína" sin duda es la segunda, pues se atribuye a la hermana mayor, Lesly Mukutuy, esta hazaña.
Lesly, de 13 años, es la mayor de los hermanos que llevaban 40 días deambulando por las selvas del Guaviare, donde el 1 de mayo se estrelló el avión en que viajaba y sobrevivió con sus hermanos (y medio hermanos) Soleiny Mukutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 5, y Cristin Neruman Ranoque, una bebé que cumplió el año en la selva.
A Lesly "también tenemos que reconocerle no solo su valor sino su liderazgo porque podríamos decir que fue por ella que los tres hermanitos pudieron sobrevivir a su lado, con sus cuidados, con su conocimiento también de la selva", destacó en el Hospital Militar el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
"Fue la niña, la mayorcita, nuestra heroína, la que con su sabiduría cuidó y protegió a sus hermanos", explica el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Giovanny Yule, uno de los que lideró la búsqueda desde lo institucional.
Sobrevivir en la selva
Un "milagro" después de permanecer en una selva densa, virgen, donde llueve casi todo el día y abundan los animales peligrosos. Su tío abuelo, Fidencio Valencia, dice que consiguieron algo de harina de yuca (fariña) que llevaban con ellos en el avión, en el que también viajaba su madre y un líder indígena que junto al piloto murieron en el accidente.
Y seguramente el conocimiento de Lesly y sus hermanos como indígenas uitoto de la naturaleza, de los frutos que se pueden comer, les permitió alimentarse y permanecer vivos, aunque se les ve raquíticos, un estado que tratan de revertir en el hospital.
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La unión de las entidades del Estado y de pueblos indígenas fue vital en la búsqueda de los niños. Manuel Ranoque, el padre, participó en las labores.
El factor indígena
"Como dicen nuestros mayores, alguien los orientó y alguien los guió, tuvieron la sabiduría de cómo poder comer, conseguir agua, y por supuesto cómo aguantar hambre", explica Yule, al que como indígena nasa pusieron en el centro de la búsqueda.
La historia de cómo sobrevivieron tanto a un avión que se estrelló en vertical contra el suelo y luego los cuarenta días es aún desconocida, pero según los mayores indígenas, “cuando alguien es acogido o se queda extraviado, ellos dicen que por lo regular siempre hay personas que los orientan y los conducen", dice Yule.
En esa selva, que incluye el Parque Nacional de Chiribiquete, hay indígenas no contactados, a quienes algunos como Yule consideran clave para la supervivencia de los menores, que procedían de la comunidad de Araracuara, en los límites entre Caquetá y Amazonas.
Las instituciones, tras semanas buscándolos con un centenar de militares, entendieron que la llamada Operación Esperanza necesitaba del conocimiento ancestral y que a la búsqueda se añadieran miembros de la guardia indígena de cuatro departamentos selváticos.
Incluyeron también otro tipo de conocimientos, los de los mayores: "Hubo una conversa espiritual con los espíritus de la madre selva y en esa conversa se hizo ejercicio de abrir camino para poder estar en el territorio y poder armonizar la selva, poder establecer un acuerdo para que la madre selva pueda entregar a los niños", explica Yule.
En la jungla, cada ente -río, árbol, animal, montaña- tiene su espíritu y por ello ese pacto con la madre selva, explican desde el conocimiento indígena, es fundamental. La madre selva los acogió y en cierto sentido no los dejaba salir.
Pero finalmente los soltó y, según Yule, también para lanzar un mensaje: "a los niños indígenas hay que protegerlos porque están siendo muy golpeados".
Muchas de estas culturas se pierden, con la extinción de pueblos, y son los niños los que más sufren la violencia pues quedan expuestos a la violencia de grupos armados.
Estos cuatro niños lograron sobrevivir, pero muchos otros no lo consiguen en sus propias comunidades. Los grupos armados entran a matar indiscriminadamente o a reclutarlos, como sucedió con los otros cuatro menores a los que disidencias de las Farc asesinaron en Putumayo después de que intentaran huir de sus filas.
Parte médico
Los cuatro niños, a quienes rescataron el viernes, están en "condiciones clínicas aceptables", informó este sábado el Hospital Militar Central (HMC) de Bogotá, donde se recuperan.
"Después de haber hecho una valoración inicial multidisciplinaria de la joven heroína Lesly y sus tres hermanitos, encontramos unos niños y una joven en condiciones clínicas aceptables, a pesar de la crisis y la situación vivida en los últimos 40 días", dijo el general Carlos Rincón Arango, médico del HMC.
A los niños los sacaron de la selva en un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que los llevó hasta San José del Guaviare, capital de Guaviare, donde un avión C-295 configurado como ambulancia los recogió y los trasladó a la capital de Colombia.
El médico aseguró que los menores estarán hospitalizados "más o menos entre dos o tres semanas" y los atenderá un equipo multidisciplinario. Detalló que les están haciendo exámenes diagnósticos clínicos y de imágenes y tratamiento de recuperación nutricional y psicológico, y destacó que se descartaron condiciones que pongan en riesgo su vida.
Visita del presidente
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lideraron una delegación del Gobierno que visitó este sábado a los menores y destacaron que están en buenas condiciones.
Velásquez valoró lo hecho por Lesly, a quien le reconoció "no sólo su valor sino su liderazgo porque", gracias a ella, "los tres hermanitos pudieron sobrevivir, con sus cuidados, con el conocimiento de la selva".
El ministro destacó el trabajo de todos las personas que participaron en la búsqueda, liderada por las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas que apoyaron y contribuyeron con sus conocimientos de la zona.
¿Y Wilson?
El Ejército Nacional anunció que continuará la búsqueda del perro Wilson, el pastor belga malinois que se perdió durante las labores de rastreo de los menores rescatados.