Por Lucas Marín Aponte
De hecho, la vida sin música sería inconcebible. Esta idea se fortaleció aún más, con la inmensa alegría que experimentamos, quienes tuvimos la fortuna de participar del Encuentro Departamental de Escuelas Municipales de Música de Caldas, que tuvo lugar en el municipio de Supía, del 6 al 9 de octubre del año en curso. Con el patrocinio de la Gobernación de Caldas, desde su Secretaría de Cultura; allí se dieron cita cerca de 350 artistas, de todas las edades, provenientes de casi todos los municipios del departamento; entre otros músicos invitados de otras regiones, que demostraron su talento, en los escenarios, con un amplio repertorio y ritmos variopintos, dando cuenta de los diferentes procesos de formación, investigación y proyección, que se imparten en todas las escuelas musicales.
Fue maravilloso observar a tantos niños, jóvenes y adultos compartiendo dentro y fuera de la tarima, impregnando el ambiente del corazón dulce de Colombia, con sus melodiosas voces; susurros de tiples, bandolas y guitarras encantadoras, vientos y percusiones, que se conjugaron armoniosamente, con el trinar de las aves, el aroma a café y poesía, del que disfrutamos a cada instante.
La anécdota
Una de los temas que interpretamos, bajo la batuta de Jhon Jairo Arenas Gil, con el grupo Cuerdas Ensamble, y con la que abrimos el concierto del viernes en la noche, causó emoción entre el público, incluso lágrimas entre los Supieños; ya que este pasodoble, llamado Esmeralda, fue compuesto por el maestro Luis Eduardo Gutiérrez, oriundo de este municipio; así lo recalcó, expresando su gratitud, el secretario de Cultura, Carlos Andrés Moreno, el sábado en la noche en la plaza principal, mientras los grupos nos hacían cantar y bailar, desde la tarima, cobijados por una épica noche de luna.
De igual forma, manifestó el secretario, que la realización de este evento, fue de gran ayuda para la población; en primer lugar, porque se olvidaron un poco de las calamidades provocadas por las fuertes lluvias, el pasado 3 de septiembre. Y en segundo, porque se movilizó la economía, gracias a este intercambio cultural.
Aprendizajes
Este encuentro dejó muchas experiencias significativas, además, de ser muy esperanzador contemplar tanta juventud, abrazando y acariciando sus instrumentos, interpretando nuestros ritmos colombianos, con disciplina y seriedad.
De verdad que la música es un arte que demuestra, que la sana convivencia, si es posible, sin odios, y que siempre será posible emprender proyectos en conjunto, a pesar de que tengamos ideologías diferentes. En esta dirección surge un interrogante: ¿Por qué será tan difícil a veces, concordar en asuntos tan sencillos, y en cambio, si podemos hacer un ensamble musical colectivo de grandes proporciones, en pocas horas, para cantarle a nuestra patria, mensajes de paz y reflexión?
Es pertinente meditar en la pregunta anterior, debido a la importancia del acontecimiento vivido el domingo 9 de octubre, en donde músicos de diversos lugares de la región, muchos sin conocernos, hicimos vibrar con nuestro folclor colombiano, todos los rincones de la Institución Educativa Francisco José de Caldas, en la clausura de tan memorable encuentro.
En este orden de ideas, se hace necesario entonces, resaltar la importante labor que hacen nuestros maestros, sembrando día a día, semillas de conocimiento y armonía, contribuyendo al rescate y proyección del patrimonio musical y cultural de nuestra región.
Enviamos un saludo muy especial al alcalde de Supía, Marco Antonio Londoño Zuluaga, y al secretario de cultura del municipio Carlos Andrés Moreno, por su cálida acogida, a todas las delegaciones.
Agradecemos a la Gobernación de Caldas, a la Secretaría de Cultura, en cabeza del doctor Lindon Alberto Chavarriaga, a Juan Diego Torres Restrepo, coordinador de las Escuelas de Música del Departamento, a todo su equipo y en especial a los profesionales de producción audiovisual, que hicieron posible este encuentro. Como un bálsamo para el espíritu, presentado como una alternativa en medio de una sociedad, que busca sobreponerse al bombardeo de noticias, y contenidos destructivos, que hacen que se pierda de vista algo tan esencial como lo es el que hacer cultural, en todas sus manifestaciones.