De acuerdo al imaginario popular, se rumora que la música, no da dinero, y en parte tienen razón, si se mira desde una sola perspectiva; sin embargo, resulta contradictorio evidenciar, que ni todo el oro del mundo, sería suficiente para remunerar su colosal aporte en la construcción de tejido social y enriquecimiento espiritual de la humanidad, a lo largo de su historia.