Los cafeteros de más de siete departamentos, incluido Risaralda, anunciaron una jornada de movilizaciones para el próximo 17 de agosto en Armenia, para llamar la atención por la grave crisis del sector. Señalan que el precio, que hoy está por debajo de los 130 mil pesos la arroba, genera una pérdida cercana a los 50 mil por los costos actuales de producción, razón por la que los caficultores vuelven a las calles dentro de 10 días. La caída del dólar ha afectado de manera grave la planificación financiera de las cosechas, ya que el margen de ganancia en pesos al exportar el café, ha disminuido más del 17% durante el presente año. La incertidumbre y las preocupaciones del gremio hoy, son muy similares a las que existieron hace 10 años, cuando se realizó en el 2013 el gran paro cafetero. Ante esta realidad, piden un precio rentable y remunerativo, exigiendo reactivar el fondo de estabilización, suspender las importaciones masivas que están impactando el precio, pues según Bloomberg L.P, de cada 10 tazas de café que se consumen en el país, 5.5 son preparadas con café importado, significando que los colombianos están tomando más café del extranjero que del nacional. Igual, piden reformar los estatutos de la Federación para lograr una participación más democrática de sus afiliados y detener la carga de impuestos que recaen sobre los productores, debiéndose, además, solucionar la difícil situación de las cooperativas del ahorro cafetero, agravadas por el incumplimiento en los contratos de venta de café a futuros, por parte de los grandes productores. La Federación de Cafeteros como administradora del Fondo tendrá que hacerle frente, asumiendo las pérdidas que al final recaerán sobre los activos de las Cooperativas, que no alcanzarán a responder ante la magnitud del problema. En la bolsa de Nueva York, hace un año, se vendía a 2.18 dólares la libra y ahora se cotiza a 1.61 dólares. El precio interno del gano alcanzó la cifra de 2.445.000 pesos la carga en octubre del año pasado, cayendo a 1.295.000 pesos hoy. La producción igual, se ha reducido 14 por ciento en el mismo lapso. El contrato de administración del Fondo Nacional del Café, que busca maximizar el ingreso de las 548.000 familias que viven del monocultivo, de las cuales el 95% son pequeños cultivadores, se renueva cada 10 años, venciéndose el actual en el 2026. Como si poco faltara, el gremio que representa a los caficultores no ha estado exento del cáncer que consume al cuerpo enfermo de la nación, como es la corrupción. Acaba de ser destituido el gerente general de los Almacenes Generales de Depósito, (Almacafé) Octavio Castilla, conjuntamente con los gerentes regionales de Huila y Caldas, luego de que el columnista de Semana, Aurelio Suárez, diera la voz de alerta de lo que se vive al interior de este operador logístico dependiente de la Federación, al determinarse una compra de 7.000 sacos de café que no pudieron ser certificados como 100 por ciento colombianos, y que le costarían a la Federación Nacional de Cafeteros una pérdida superior a los 14.000 millones de pesos. La olla se destapó, luego de que la fábrica de su propiedad; Café Buendía, le rechazara a Almacafé en julio del pasado año, un lote comprado al importador del Huila, Guillermo Pineda por ese valor. A toda esta debacle, hay que sumarle la tensa relación de la Federación con el presidente Petro, a raíz del nombramiento del actual gerente Germán Bahamón, debido a diferencias políticas del pasado. Citas pedidas por el gerente buscando un entendimiento con el Gobierno, han sido insistentemente negadas por Petro. La salida del anterior gerente de la Federación, el pereirano Roberto Vélez Vallejo, se dio por el pedido del propio presidente Petro, procediéndose a la elección del actual, de forma unánime, en contra del querer del Gobierno. Difícil momento viven los cafeteros y la federación que los agrupa. Más temprano que tarde, el actual tendrá que salir, pues se hace insostenible su continuidad. Como bien lo dijéramos en su oportunidad, la salida de Vélez Vallejo fue producto de una injerencia indebida del Gobierno a un gremio privado. Por administrar la Federación de Cafeteros por contrato, el Fondo Nacional del Café, (recursos parafiscales de carácter público) debe existir una fluida comunicación y un clima de confianza y respeto entre el gerente de la Federación y el alto Gobierno, que es muy distinto a que este trate de imponer al gerente. Siendo la Federación el principal gremio del país, debe ponerse a tono con los requerimientos nacionales e internacionales del siglo XXI, remozando su respetada y ya larga tradición.