La siguiente es la sentencia del crucigrama de LA PATRIA del 25 de febrero del 2024: “No confundir debatir con discutir, lo primero es con fin constructivo; lo segundo destructivo”. Más desacertada, imposible, porque, en tratándose de debates y discusiones, no se puede simplificar de esa manera. Lo que se puede apreciar claramente en sus definiciones y sinónimos. ‘Debatir’ (del latín ‘debattuere’ –de ‘battuere’ –‘batir, golpear, sacudir’) significa “hablar sosteniendo opiniones distintas sobre cierto asunto. // 2. Luchar interiormente” (M. Moliner). Por ejemplo, ‘se debate entre el perdón y la venganza’. El Diccionario define así este verbo: “Altercar, contender, discutir, disputar sobre una cosa. // 2. Combatir, guerrear”. Otros sinónimos: ‘polemizar, controvertir; pelear, luchar’. De ‘discutir’ (del latín ‘discutere’ ‘-hender, quebrar; disipar, descartar’) enseña el diccionario de M. Moliner: “Tratar entre varias personas, exponiendo y defendiendo cada una su punto de vista, los distintos aspectos de un asunto”. Y El Diccionario, esto: “Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia. // 2. Contender y alegar razones contra el parecer de alguien”. Además de ‘debatir’ y los suyos anotados, son sinónimos de ‘discutir’ muchos otros, entre ellos, ‘deliberar, argüir, acalorarse, litigar, ventilar, argumentar, razonar’; ‘andar al daca y toma’, ‘picarse las crestas’, ‘ponerse a razones’, etc. Según esto, la extensión de la idea que expresa el término ‘discutir’ es más amplia que la de ‘debatir’. Es muchísimo más lo que se puede decir de estos dos verbos, pero sólo concluiré anotando que las ‘discusiones’ y los ‘debates’ pueden ser ocasionalmente acalorados y destructivos, pero, por naturaleza, son pacíficos y constructivos.
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El verbo ‘desdeñar’ es transitivo, y, como tal, no admite preposición para su complemento directo (acusativo), norma gramatical que no tuvo en cuenta el editorialista de LA PATRIA en la siguiente advertencia: “No se puede dejar que el contribuyente caiga en cansancio tributario, que empiece a desdeñar de ser buena paga...” (3/3/2024). Castizamente, “...que empiece a desdeñar ser buena paga”. Es muy frecuente la violación de esta directriz, especialmente con el verbo ‘esperar’, que muchos emplean con la preposición ‘por’ (‘esperar por el árbitro’), que, como transitivo, no la rige: ‘muchos esperan la segunda venida del Mesías’. Esto quizás se deba a la influencia del verbo inglés ‘to wait for’ (‘esperar’), como en la exclamación ‘¡wait for me!’, que quiere decir ‘¡espéreme!’, no, ‘¡espere por mí!’.
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El pronombre relativo ‘quien’ se encuentra ya hasta en el caldo de los fríjoles y está usurpando el oficio de otro pronombre relativo, ‘que’, como se ve claramente en la siguiente información del gobernador de Caldas: “...las necesidades y peticiones de la ciudadanía, quienes fueron los verdaderos protagonistas de estas jornadas” (LA PATRIA, Henry Gutiérrez Ángel, 3/3/2024). Además, su empleo en plural en esa oración dio al traste con la concordancia entre el sustantivo ‘ciudadanía’ (singular) y su predicado. Aplicadas estas nociones, la frase, bien redactada, puede ser ésta: “...y peticiones de la ciudadanía, que fue la verdadera protagonista...”. La gramática, siempre lógica, enseña que el pronombre relativo ‘quien’ –variable sólo en número– únicamente admite como antecedente nombres de personas, no de animales irracionales ni de cosas.
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Jacinto Cruz de Elejalde decía que ‘encauzar’ era ‘poner algo en el cauce apropiado para que llegara sin tropiezos al fin pretendido’. Y El Diccionario lo define así (2ª. acepción): “Encaminar, dirigir por buen camino un asunto, una discusión, etc.”. ‘Enseñar’ y ‘educar’ son otros sinónimos de este verbo, el que debió emplear el comentarista deportivo Mario César Otálvaro en esta oración: “Las victorias seguidas sobre Millonarios y Cali, (...) encausaron el proyecto de Hernán Darío Herrera” (LA PATRIA, 5/3/2024). “...encauzaron el proyecto...” (‘lo pusieron en el camino conveniente’), porque ‘encausar’ no expresa esa idea. En efecto, en Derecho, este verbo significa “formar causa a alguien, proceder contra él judicialmente”. ‘Enjuiciar, procesar, empapelar’. Una sola letra hace la diferencia.