Hay construcciones gramaticales que el oído rechaza. Y si las rechaza es porque algo desentona en ellas. De muestra, el siguiente botón: “Los jóvenes nos hemos vuelto distantes a todo lo que signifique dificultad...” (El Tiempo, Alejandro Higuera, 20/11/2023). Lo que en ella claramente desentona es el empleo de la preposición ‘a’ en lugar de la apropiada, ‘de’. El adjetivo ‘distante’ (‘que está lejos del sitio expresado’) rige la preposición ‘de’, pues ésta indica el punto de origen de esa distancia. La preposición ‘a’, en cambio, indica el término (fin, límite) de la distancia manifestada, por ejemplo, ‘estamos ya a cinco kilómetros de la meta’. Estas nociones deben aplicarse también a los adjetivos ´distinto’ y ‘diferente’, no importa que la Academia de la Lengua acepte la construcción con ‘a’ en ciertos casos. En su artículo sobre una de las propuestas descabelladas de Guspéu, Fernando Escobar Giraldo escribe: “Es una propuesta que no cabe en otra mente distinta a la suya” (Eje 21, 22/11/2023). Disuena, sin duda, disonancia que se evita con la preposición ‘de’: “...distinta de la suya”. Para entender mejor la diferencia de las dos preposiciones, propongo estos ejemplos: ‘Vamos a pasear’ y ‘venimos de pasear’: en el primero se expresa el término de la acción del verbo; en el segundo, su origen.
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‘Pro’ (‘en favor de’) y ‘contra’ (‘indica oposición’) son preposiciones. Cuando se sustantivan son variables en número, especialmente en la expresión ‘los pros y los contras’, norma gramatical ignorada por el columnista Sergio López Arias en esta oración: “...si quien viene o se refiere al Área Metropolitana tiene el bagaje y la capacidad técnica para contarnos los pro y los contra de tal decisión” (LA PATRIA, 24/11/2023). Casi todas las partes de la oración se pueden sustantivar, lo que se consigue con el empleo del artículo, determinado o indeterminado, por ejemplo, ‘el azul del firmamento’, ‘los ayes de los secuestrados’, ‘los ires y venires de la política’. Sustantivado, el término ‘pro’ se utiliza en las expresiones ‘persona de pro’ (‘persona de bien’) y ‘buena pro’ (‘buen provecho’), poco empleadas en la actualidad. Y ‘contra’ es parte de algunas locuciones, como ‘llevar la contra’ (‘oponerse sistemáticamente a algo’).
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Solamente pueden ‘deteriorarse’ las cosas buenas, las favorables, las útiles’, etc.; las malas, ‘empeorar’. Con extrañeza leí lo siguiente del destacado columnista de El Tiempo Mauricio Vargas: “Más que la filosa lengua presidencial, que enrarece el clima inversionista, a las empresas las mata el dramático deterioro de la inseguridad...” (26/11/2023). ‘Deteriorar’ (del latín ‘deterior-oris’ -‘peor, más malo, inferior’) significa “estropear, menoscabar, poner en inferior condición algo”, y ‘deterioro’, ‘su acción y efecto’. Seguramente, el error del columnista se debió a un descuido, porque, es de Perogrullo, solamente puede ‘deteriorarse’ la ‘seguridad’. La ‘inseguridad’ puede ‘agravarse’; ‘disminuir’, también, o aun ‘desaparecer’. Pero no ‘deteriorarse’. Esos descuidos, que todos los que escribimos tenemos, son inaceptables. Por esto, hay que leer y releer lo escrito y volver a leerlo y a releerlo cuantas veces sean necesarias, si se quiere presentar un producto bueno.
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Aunque existe la figura literaria ‘enálage’ (‘empleo de una parte de la oración por otra’), no siempre es aceptable, como en el caso del uso del adjetivo ‘independiente’ por su adverbio ‘independientemente’, como lo hizo el columnista Jorge Enrique Pava Quiceno en esta declaración: “Pero, independiente de que este sea uno de los últimos impulsos pueriles de Carlos Mario Marín...” (LA PATRIA, 24/11/2023). En ella se impone el adverbio, así: “Pero, independientemente de que...”. No es muy común esta incorrección, pero sí se lee de tarde en tarde.
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De la columnista Blanca Mery Sánchez: “Ver esta lista puede recordarte las bendiciones que a menudo damos por sentado” (LA PATRIA, 25/11/2023). Castizamente: “...damos por sentadas”, porque el participio pasivo, por su carácter de adjetivo, debe concordar en género y número con el sustantivo que califica, en este caso ‘bendiciones’ (femenino plural).