Amado Dios, eres energía suprema, fuente creadora, amor total, luz radiante y paz perfecta.
Me amas y te amo, creo en ti y creo en mí. Eres mi guía, mi fortaleza y mi descanso.
El humano te humaniza y, por eso, te ve como juez, rey, padre o madre, siendo tú un espíritu.
Sabio Creador, no sabemos cómo eres. Para la pequeñita mente humana eres incomprensible.
No obstante, eres tan real como el aire que nos da vida o el agua que calma nuestra sed.
No te vemos, mi Dios, no te tocamos, pero, si abrimos el corazón, es fácil sentir tu presencia.
Sí, es cuestión de fe, pero no es una fe ingenua porque estás en todo y te manifiestas.
Gracias, Señor, por tu amor incondicional. Gracias por incontables bendiciones. Gracias sin fin.
@gonzalogallog