El odio es tu carcelero en una prisión de la que nunca saldrás si no perdonas de corazón.
La ventaja es que puedes liberarte cuando te lo propongas, y tu ayuda es la compasión.
Con ella, escuchas a Dios que te susurra amorosamente en tu interior:
“Quien te agravia es un hijo mío en inconsciencia, en desamor y en ignorancia.
Escúchame, siente que estoy contigo para que lo veas como un hermano que no sabe amarse ni amar”.
Sí, no es fácil cuando las heridas son profundas, y más si es un ser cercano.
Pero todo es perdonable si quieres liberarte. Mira que el odio te quema ti y te roba la paz del alma.
Déjate tocar el corazón viendo dos videos: El asesino de Río Verde. El perdón de Matilde Cardozo.  Te ayuda mi libro La magia del perdón.
@gonzalogallog