Obras mejor si, en lugar de pedir, das gracias, y crees que ya está hecho lo que ibas a implorar.
Mira bien el cambio y lo aplicas. Petición: Ayúdame Dios mío. Gratitud: gracias, Dios mío, me ayudas.
Señor, fortaléceme. Cambio: Gracias, señor, me fortaleces. O sea, ya está pasando.
Amen es palabra hebrea que suelen traducir como “así sea”. Lo correcto es “hecho está”.
Eso implica una fe firme, aceptando que se dé lo que es mejor para ti, aunque no lo entiendas.
No siempre se realiza lo deseado, se recibe lo que corresponde, lo que cada ser se merece.
Más ejemplos: Dios, cuida a mis seres amados. Cambio: Gracias, Dios, por cuidar a los que amo.
Comparte esto con otros porque la gratitud es poderosa y atrae abundancia y lo mejor.
@gonzalogallog