Deja que Dios fluya en tus palabras y en tus pensamientos y sé un buen instrumento de su amor.
Mientras más aparezca Él, menos te esclaviza tu ego soberbio, y caminas en el amor, la fe y la humildad.
Esas son tus fuerzas, y la garantía de que andas por el camino correcto, lejos de lo vano y lo superfluo.
En más de una ocasión has oído que la espiritualidad consiste en actuar con amor, unido al Padre
Eso implica una entrega incondicional y la disposición a dejarse llevar siempre por Él, incluso en las pruebas.
Por eso, siempre estás bien cuando su amor te llena, aunque el sendero esté lleno de espinas.
Pregúntate siempre si lo que haces es por servir o para que te sirvan, por amor o por buscar aprobación.
Decir “te amo” es fácil, y lo que vale es demostrarlo con el afecto, la entrega, la verdad y la generosidad.
@gonzalogallog