Jeshua, con su gran amor y su profunda sabiduría, dijo que seamos como los niños.
Los pequeños son felices y auténticos porque son emocionalmente libres y abiertos.
Muchos adultos suelen sufrir por vivir inhibidos, encadenados, y no se liberan.
Cuando alguien ingiere licor lo hace, y entonces sus sentimientos fluyen libres.
No hay animales neuróticos porque ellos liberan sus emociones, sus impulsos y sus temores.
Una persona que reprime sus estímulos emocionales y sensoriales se deprime.
Pregúntate en relax: ¿Soy libre o dependo de otros? ¿Vivo mi vida o la que me dejo imponer?
¿Me enseñaron a ser libre para poder ser feliz? ¿Qué quiero cambiar en mi vida?

@gonzalogallog