El anuncio del presidente de la República de convocar una comisión de la verdad para esclarecer lo que ocurrió en Cali durante el estallido social, que hasta donde tengo entendido no han concretado, será muy importante y creo que intensamente necesario, máxime luego de las palabras del mismo presidente en el acto público en Puerto Rellena, o Puerto Resistencia. ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Quiénes fueron los perpetradores de la violación de los derechos humanos? ¿Cómo fue la infiltración de disidencias de las Farc y del mismo Eln? ¿Cómo fue la participación de grupos dedicados al tráfico de coca? ¿Quiénes trabajaron como mediadores exponiendo sus vidas? ¿Cuál fue el aporte de la minga? ¿Hubo vacío de autoridad? ¿El alcalde mantuvo bajo su control a la fuerza pública, le hacían caso? ¿Cuál fue el efecto positivo de la presencia de la comunidad internacional? ¿Cómo actuó la bancada valluna del Congreso? ¿Cómo los empresarios cambiaron de perspectiva frente a la protesta? Y muchas preguntas más.
Será muy interesante, como proceso de toma de conciencia y de aprendizaje, que trabajemos colectivamente por saber la verdad y que esta se le entregue a la opinión pública y a los historiadores. Pero que sea la verdad, no que sea una comisión para hacer eco de resonancia a atrevidas simplificaciones del primer mandatario.
Estuve cerca del estallido social, no sólo porque vivía en Cali, sino también porque tuve la oportunidad de visitar los sitios de bloqueo. Porque estuvimos cerca de analistas del Instituto de Estudios Interculturales de la Javeriana Cali y de juiciosos investigadores de Univalle que le tomaron el pulso a toda la protesta. También mantuvimos una presencia cercana con monseñor Monsalve, quien tenía una muy importante interlocución a través de su clero con los manifestantes. Porque participamos de los grupos de mediación por Cali, hermoso ejercicio de unos ciudadanos comprometidos con su ciudad. Porque compartimos varias reuniones con empresarios y gobernantes. Porque estuve coordinando el grupo de rectores de universidades en los cuatro comunicados que emitimos desde Cidesco. Porque padecí el enfrentamiento de parte de la minga con ciudadanos de Ciudad Jardín. Porque fui testigo de la profunda soledad del señor alcalde en ciertos momentos. Es importante rehacer los hechos, tomar conciencia de la telaraña en que estuvimos atrapados. Y esto solo será posible si nos abrimos a la verdad de manera humilde y con mirada de 360 grados para ver las víctimas de todo este tiempo.
El estallido social tuvo unas consecuencias peores que la pandemia en la economía regional. El IMAE de Javeriana Cali lo midió. Estamos hablando que fue uno de los momentos más complejos que hemos vivido como ciudad en muchos años. Por ello, bienvenida la idea de recuperar la historia. Para que aprendamos todos de ella. Y que también podamos ver la cantidad de muy generosas dinámicas y acciones sociales que ese estallido también generó.
Qué bueno que personas conocedoras de estos procesos como el abogado y exintegrante de la Comisión de la Verdad Alejandro Valencia Villa, pudiera coordinar este trabajo. Que se sepa la verdad, pero la verdad de verdad. Y tomos crezcamos como ciudadanos.