Si estás sucio o sudoroso un buen baño de agua te refresca; si estás cansado y la sed molesta la garganta, un buen sorbo de fresca agua vitaliza el andar, sabes que se presenta en tres estados: líquido, sólido y gaseoso y se adapta así a múltiples usos.
Al suelo árido le da fecundidad para el brotar vigoroso de la semilla; para un buen crecimiento, limpieza, frescura y buena salud, el agua parece como elemento esencial.
El agua es vital para la belleza de la tierra y es parte constitutiva del cuerpo; mezclada en múltiples organismos hace posible el avance de la creación de la naturaleza; donde hay agua hay vida, donde falta declina lo vital y se asoma amenazante el desierto y la muerte.
Todo lo anterior es necesario recordarlo ya que hoy se celebra el Día Mundial del Agua, llamado de atención para que todos cuidemos este elemento de tan vital importancia. La Biblia describe la presencia bella y fertilizante del agua desde el Génesis con la descripción de ríos en el Edén o Paraíso hasta el Apocalipsis con la exaltación del bello mar cristalino.
El agua se abre para dar libertad a los israelitas en el desierto y se cierra para sepultar a los egipcios que persiguen con ansias de matanza; el agua se convierte en fuente que mana hasta vida eterna en el manantial que cae sobre la cabeza o el cuerpo de quien recibe el Bautismo, nuevo nacimiento y horizonte para quien acepta su celebración.
El mundo llama la atención hoy sobre el valor del agua, su necesidad si es correctamente administrada y su fuerza y amenaza cuando se lanza abundante, incontrolada, imparable sobre mares, montañas, ríos, pueblos, ciudades.
Con razón el papa Francisco en su carta “Laudato si” (Alabado seas Señor) del 24 de mayo del 2015, al comienzo (nros 27 al 31) cita “la cuestión del agua”. Anota el peligro del agotamiento de los recursos naturales para el mundo. Nos recuerda que el agua potable y limpia es cuestión de primera importancia y que muchas regiones, sobre todo las más pobres no la tienen.
Países enteros como Israel han sabido surgir en economía y productividad gracias al buen uso del agua, otros están en difíciles momentos por el mal uso y distribución del agua.
Ojalá “la hermana agua” sea compañera de vitalidad.