Monteleón, donde hoy están asentadas las comunas Ciudadela del Norte y Nuevo Horizonte, fue para quienes hoy son adultos mayores como el primer ecoparque de Manizales. Nunca lo declararon como tal, pero hasta allí llegaban a disfrutar de la naturaleza y a pasar un rato en familia. Desde los corredores de algunas casas en el Centro estas montañas se veían como un león en reposo, exhibiendo el esplendor verde de un bosque virgen, una gran reserva ambiental protegida. Con los planes de ordenamiento las urbanizaciones tocaron parte de sus terrenos, se determinó zona de conservación de predios públicos y privados, pero no ha venido ocurriendo así y hasta invasiones se dejaron crecer en el lugar. Esta parte de nuestra historia debe ser recordada para evitar el deterioro de la Red de Ecoparques: Los Yarumos, Alcázares-Arenillo y Bosque Popular el Prado, son producto de un trabajo de visionarios, de ambientalistas y de administraciones municipales movidas por el interés de proteger la fauna y la flora, brindar espacios para la recreación y la educación y facilitar el turismo. La Red la administra el Instituto de Cultura y Turismo de Manizales (ICTM), apoyado en la Secretaría de Medio Ambiente Municipal. En teoría ha funcionado esa asignación, porque los tres ecoparques permanecen abiertos, pero si se empieza a escudriñar en la ejecución de políticas de protección ambiental y de turismo, y en el estado de estos lugares, surgen muchas dudas.
Debería ser público cuántas personas al mes, locales y foráneas, ingresan a estos sitios y a qué servicios. Son datos que permitirían tomar decisiones acertadas sobre su funcionamiento y priorizar las inversiones. LA PATRIA publicó el domingo un informe basado en denuncias de la comunidad sobre daños y deterioro de algunos juegos, canchas y circuito de cuerdas en Los Yarumos. La Coordinación General de la Red responde que sí hacen mantenimiento, y que los problemas son por el uso constante. Si es tanto el uso, más cuidados se deben tener para seguridad de los usuarios.
Visitantes de Los Alcázares reportan que durante todo este año ha estado cerrada la torre mirador en guadua, un sitio de observación privilegiada. El ICTM dijo a finales de enero que era un cierre temporal y que trabajaba con diligencia para completar las revisiones y el mantenimiento lo antes posible. Del Bosque Popular también hay quejas por el mantenimiento de espacios, por la inseguridad, por el caos vial interno, por la desprotección a la arborización. La Administración municipal llegó en el 2020 ondeando banderas verdes, no solo las políticas; prometió incursionar en las ambientales, sobre las que tantas carencias sigue habiendo.
La tarea pasa al próximo Gobierno de Manizales, del que se espera vea como oportunidad y no como obligación el cuidado, protección y mejoramiento de estos tres ecoparques, que junto a lo que queda de Monteleón, el Morro Sancancio y la reserva de Río Blanco son pulmones de la ciudad, de los que depende nuestro ecosistema. Se debería revisar si el ICTM es la entidad municipal más idónea para administrar los ecoparques, o si esta responsabilidad se debe trasladar a la Secretaría de Medio Ambiente para que se apoye en el Instituto y en la Secretaría de Deporte y así lo ambiental no pase a un segundo plano. Es una necesidad.
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