A 90 días de terminar el periodo como gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona se viene enfrentando a críticas por sus ejecuciones y actuaciones, que han venido creciendo. El gobernador, como arquitecto, entusiasmó en la región con su idea de la revolución de la vivienda para construir 4 mil soluciones, 2 mil nuevas y 2 mil mejoramientos, que se propuso en el Plan de Desarrollo. Hasta mediados de septiembre se habían construido 603 nuevas, es decir que tenía pendientes 1.397, y se habían hecho 1.247 mejoramientos.
Este programa del gobernador fue estructurado en líneas, donde están Mil Viviendas, bloqueras comunitarias y autoconstrucción, prefabricadas o vivienda rural, Reserva Santamaría y Granjas de Villamaría, y mejoramientos de vivienda. El Mil Viviendas es el que preocupa más, porque no hay una sola casa terminada en ninguno de los 15 municipios que se unieron a lo que puso la Gobernación, los subsidios del Estado y créditos de los beneficiarios. Hay alcaldes muy preocupados porque para hacer el cierre financiero de estos proyectos de vivienda asumieron créditos que están a punto de terminar de pagar más los intereses causados, pero no hay casas para entregar.
La última estimación de la Secretaría de Vivienda Departamental es que concluirá este 2023 con unas 200 casas terminadas del Mil Viviendas, 20% de lo prometido; es decir, que quedan estos tres meses para apretar a los contratistas a que cumplan con los proyectos y de buena calidad. El programa ha tenido otras dificultades, al punto de que en Palestina, en Chinchiná y en Victoria las obras estuvieron suspendidas el mes pasado. La Secretaría reconoce que tuvieron que revisar lo ejecutado por los contratistas en la cimentación.
En mayo de este año la Gobernación había dado un parte de tranquilidad a los alcaldes, porque además de las demoras en la ejecución del proyecto se conoció que se habían gastado $793 millones en asesorías para el Mil Viviendas, que la Secretaría justificó en contratos de prestación de servicios para apoyo del proyecto. En mejoramientos de vivienda y la construcción en otras modalidades está representado el avance del que habla la Gobernación, incluso sigue mostrando soluciones en diferentes municipios. Las quejas son con el Mil Viviendas.
Hay que decir de entrada que los beneficiarios de los programas que han recibido viviendas o mejoramientos están felices y eso hay que aplaudirlo. Aquí se cuestiona es que se esté tan lejos de cumplir una meta prometida, pero tampoco que vengan ahora a cobrar réditos políticos, quienes poco o nada han hecho para corregir esta situación. El llamado hay que hacérselo al gobernador, porque está en juego la expectativa de familias que tienen urgencia de solucionar su necesidad de vivienda y solicitaron créditos que hoy están pagando. Por eso se esperan resultados efectivos en este corto tiempo para cumplirles a todos los actores involucrados lo más pronto posible.