Nada justifica que los buenos contribuyentes en Manizales, que son la mayoría de ciudadanos, tengan que seguir asumiendo las nefastas consecuencias del desgreño administrativo y la ausencia de acción de los entes de control del Estado que parecieran no darse cuenta de los graves problemas que no logra resolver el Municipio para el cobro y manejo de información de los impuestos Predial e Industria y Comercio en la ciudad. Esto se convirtió en una dificultad de vieja data, por lo menos desde hace una década, durante la que han pasado cuatro alcaldes y no se toman medidas ni se investiga de fondo.
Muchos de quienes tributan en la ciudad se han visto y siguen sometidos a no recibir a tiempo las facturas de estos impuestos, a cobros injustificados y salidos de los valores técnicos reales, y ahora hasta a arbitrarios embargos, porque no son deudores, pero aparecen como morosos. Siempre se dijo que lo que hacía falta en Manizales era la actualización del software que consolida toda esta información, que si se hacía este gasto, porque es un proceso costoso, se resolvían las irregularidades. Sin embargo, la Alcaldía actual dice haber hecho este ejercicio, pero las inconsistencias en la facturación persisten. ¿Qué es entonces lo que está sucediendo de fondo?, es la explicación que tienen que darle claramente a la ciudad, y ahí es donde tienen que entrar los organismos de control.
El impasse más reciente es con la distribución de facturas del predial bimestre julio-agosto. El Municipio es el responsable de entregar para ese periodo 48 mil facturas y a dos días de vencerse el plazo máximo para pagarlas el secretario de Hacienda Municipal, Jhon Alexánder Alzate Quiceno, en rueda de prensa salió a reconocer que solo habían repartido 13 mil y que el responsable del asunto es Redex, empresa de Bucaramanga contratada por la Alcaldía desde el 2020 para distribuirlas. Agrava la situación que la entidad desmintió al secretario argumentando que la demora fue porque recibieron tarde los datos de Hacienda para facturar, a mediados de agosto, y les tocó fue correr para empezar a distribuir.
Entendible que los contribuyentes se quejen y sientan rabia con el Municipio, no solo los que estaban supeditados a tener que pagar el predial en solo 48 horas, sin haber recibido siquiera la factura, y también de algunos empresarios a los que les iniciaron embargos por concepto de industria y comercio, sin ser deudores. Hacienda informó que esto ocurrió con unas 150 empresas. Los medios de comunicación salieron a mostrar la gravedad del asunto y todo esto se conjugó y llevó a la Alcaldía a tener que ampliar el plazo para el pago del predial hasta el 30 de este mes, y de paso ofrecer disculpas a los empresarios y pedirles acercarse a la Alcaldía para depurar la información.
Cuestionamos la efectividad y qué tan útil ha sido el nuevo software en el Municipio para contar con información veraz de los contribuyentes. Siempre hemos destacado la buena cultura de pago de impuestos que hay en Manizales, y eso se convierte en un activo que la Alcaldía debería estar cuidando y promoviendo entre quienes no la tienen, que son muy pocos. Por eso es que se requiere que todas las instancias comprometidas en la elaboración y distribución de facturas de impuestos municipales trabajen unidas. No que uno esté preparando demandas contra otro, como anunció Redex contra la Alcaldía porque le impuso una sanción por los presuntos incumplimientos sin bases sólidas. Por eso es que algún organismo de control debe entrar a indagar en este asunto y no dejar solos a los cumplidos contribuyentes, que lo que han hecho en todo este tiempo es pagar sus facturas y favorecer las arcas municipales.
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