Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (FEM), apunta que la competitividad “contribuye a los factores que determinan el crecimiento, ayuda a explicar por qué hay economías más exitosas que otras”. El FEM define la competitividad como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad, lo que a su vez establece el nivel de prosperidad que se puede lograr”. De estos conceptos se deriva por qué es tan importante que una ciudad sea cada vez más competitiva; está determinando que existen circunstancias y esfuerzos multisectoriales que cualifican una economía y la hacen más atractiva para invertir.
De 32 territorios de Colombia a los que les vienen midiendo el desempeño competitivo, 20 incrementaron este año su puntuación con respecto al 2022, entre ellos Manizales y Villamaría como área metropolitana (AM). Estaba en el puesto 8 del ranking y avanzó al 6, tras un recálculo, y logró un puntaje de 6,19 sobre 10. Los resultados son del Índice de Competitividad de Ciudades (ICC) 2023 que elaboran desde hace cinco años el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario. Sin embargo, todavía faltan pasos y acciones para ser parte de los primeros 5, considerados los más competitivos del país, en donde quedaron en su orden Bogotá (7,96), Medellín (7,16), Tunja (6,47), Cali (6,42) y Bucaramanga (6,31). El ICC 2023 para las capitales del Eje Cafetero muestra que Manizales AM lidera en el puesto 6, Pereira AM descendió un puesto al 8 y Armenia se mantuvo en el 10. En el contexto nacional, Cartagena fue la que más subió, tres posiciones al puesto 11. Las menos competitivas están en el oriente: Puerto Carreño, puesto 30 (2,92); Mitú, 31 (2,44) e Inírida, 32 (2,15). No obstante las diferencias, para el Índice hay señales de que el país puede superar pronto los indicadores económicos y sociales detectados un año antes de la pandemia. El cálculo es alentador frente a los pronósticos de un decrecimiento económico que podría venir para Colombia en el 2024.
Se destaca Manizales AM por lo que ha hecho en innovación, con indicadores como investigación de alta calidad, número de investigadores y revistas indexadas; y en salud, por indicadores de controles prenatales, mortalidad infantil y mortalidad materna; aunque hay una leve disminución en el puntaje de educación superior y formación para el trabajo, lo que no se puede descuidar. Educación y salud aparecen de nuevo en el panorama local, como han mostrado otros estudios, para establecer que ahí es donde tenemos nuestra mayor solidez y los esfuerzos deben dirigirse hacia estas áreas. Están trazando cuál es el norte.
Sí es muy inquietante que los puntajes más bajos sean en infraestructura y equipamiento como efecto de lo que el Índice califica “débil desempeño” en el costo de la energía eléctrica, la cobertura efectiva de gas natural, los pasajeros movilizados vía aérea; y en sostenibilidad ambiental, por indicadores como las emisiones de CO2 de fuentes fijas y hectáreas de bosque deforestadas. Reitera esta medición que parte de las falencias que tenemos son en conectividad y en una escasa intervención ambiental. Las coordenadas están sobre la mesa para formular políticas y programas, para tomar decisiones estratégicas. Si la brújula se sabe leer, seguramente mejoraremos como región y seremos más competitivos.