Ojalá que todos los municipios de Caldas entendieran y replicaran la ruta que tomó Riosucio para ser un cluster de Confección y Moda. Esto comenzó hace por lo menos tres décadas, como una incipiente opción laboral de mujeres y madres cabeza de hogar que buscaban mejorar su calidad y condiciones de vida a través de la confección de vestidos de baño y ropa interior. Se fueron cualificando, mejoraron procesos, hicieron alianzas, ampliaron sus infraestructuras de trabajo y lo que existe hoy son empresas que integran un sector económico a nivel local que se viene fortaleciendo y alcanzando reconocimiento departamental, nacional e incluso internacional. Allí hay trabajo y conocimiento de miles de personas, que primero creyeron, le aportaron a esta idea e insistieron en mantenerla.
No hay duda de que Riosucio encontró su vocación, ese camino económico que también podría ser social, para que por ahí entre la competitividad, la innovación, el desarrollo tecnológico y la eficiencia en el mercado. Este cluster no solo ha servido para aumentar la mano de obra local, con todo lo que eso implica para la economía; de allí se están derivando otras actividades que hacen especial a este municipio del occidente caldense, lo busquen por ello para invertir y lo visiten. Esa justamente es la importancia de que un territorio encuentre su fortaleza, su especialidad, para qué es bueno y en esa medida empiece a aprovecharlo al máximo.
Como parte de esta iniciativa ya llevan cinco años consecutivos, aún en medio de la pandemia en el 2020, realizando la feria Río es Moda, cuya última edición fue la semana pasada. Participaron 19 empresas y permitió establecer 114 citas entre compradores y vendedores, 43 internacionales y 71 nacionales; y no menos importante, cerca de $366 millones en ventas totales directas. Este es un programa que han respaldado Acopi Caldas, la Cámara de Comercio de Manizales, Procolombia, la Gobernación y la Alcaldía de Riosucio. Ya está posicionado y lo demuestra la asistencia de empresarios de seis departamentos y de cuatro países que mostraron interés en comprar, la expectativa se calcula en unos $565 millones. Por eso no hay duda de que este cluster le empieza a aportar a la producción departamental.
Lo de Riosucio es un cluster en crecimiento, por eso debe estar acompañado de políticas públicas municipales e incluso departamentales que lo apoyen, lo promuevan y lo enlacen con otros sectores de la economía local como el gstronómico y sus productos típicos, y el cultural, en el que tiene una fortaleza indiscutible con su Carnaval y su Encuentro de la Palabra, entre otros, pero de manera organizada y bien pensada, como parte de un proceso. La Cámara de Comercio indica que las empresas allí dedicadas a la confección de prendas de vestir y textiles vendieron $15 mil 525 millones, con lo que aportan el 6,6% a las ventas de todas las empresas del municipio.
Ahí está la tarea para los mandatarios que lleguen a la Alcaldía y a la Gobernación, no dejar sin dolientes el propósito que se fijaron estos empresarios de Riosucio desde hace ya varios años y que ahora está empezando a incursionar y a tener frutos en contextos internacionales. Es incipiente todavía la exportación de lo que produce esta cadena de la confección y la moda, pero son esfuerzos que se deben seguir acompañando y ayudando a ampliar. Sería muy positivo para el departamento que cada uno de los 27 municipios estuviera jalonando, individualmente o bajo cualquier figura de integración territorial, sus propias vocaciones. El cantar sería otro.
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