En Manizales urge resolver los problemas de movilidad, que se volvieron graves. Sigue la espera de un sistema integrado o estratégico de transporte público, como lo quieran llamar, sobrediagnosticado desde hace 14 años, pero del que poco o nada se sabe de lo que pudo haber hecho o dejado de hacer la Alcaldía de Carlos Mario Marín. Sin embargo, lo espinoso de la movilidad en la capital de Caldas está en manos de todos como ciudadanos.
De 56 agentes de tránsito en la anterior Administración, se pasó este mes, ya en la Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas, a 129 que están en servicio. Pretenden llegar a 150 contratistas y 16 de planta. 166 unidades disponibles convertirán este periodo en uno de los que ha contado con más personal para estas funciones, y ojalá se aprovechen para desarrollar un control efectivo en el Centro, las principales avenidas y calles de barrios por donde todavía impera el desorden auspiciado por conductores de todo tipo de vehículos que se acostumbraron a hacer lo que les parezca por ausencia de autoridad.
Esa vigilancia se reclama sobre quienes insisten en parquear donde está prohibido; o para los conductores de transporte público empecinados en detenerse a recoger o dejar pasajeros en cualquier lugar, menos en los paraderos; o para los motociclistas que transitan a altas velocidades, muchos haciendo riesgosas piruetas o en piques, y los ciclistas que se pasan los semáforos en rojo convencidos de que no les obligan las normas de tránsito. Es parte de lo que hay que cortar de raíz.
No puede ser que ahora moleste lo que está emprendiendo la Alcaldía de Manizales con el equipo de agentes de tránsito, que incluso están cumpliendo labores hasta horas de la noche con personal permanente en puntos críticos y recorredores. Si queremos que se mejore la movilidad en esta ciudad hay que cambiar comportamientos al conducir, ser más cívicos y cumplir las normas básicas que incluyen tener al día la licencia de conducción, el seguro obligatorio, la revisión técnico mecánica. A falta de una o todas, el comparendo será merecido.
Este fin de semana, de lleno en el aforo del Bosque Popular El Prado y alta afluencia de vehículos en Chipre, hubo reacciones contra estas labores de control poniendo a circular una falsa noticia: que el alcalde había prohibido asistir a estos dos sitios en vehículo, todo porque los agentes de tránsito acudieron a regular la movilidad frente a esta congestión y se encontraron con conductas infractoras que sancionaron. Estas desinformaciones le hacen daño a la ciudad, pero aunque el alcalde no lo ha ordenado es tiempo de priorizar los tipos de transporte, privilegiando el público en todas sus modalidades o los desplazamientos a pie para no seguir embotellando el tránsito. Las soluciones están en manos de todos.
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