Foto | www.freepik.es | LA PATRIA // El desarrollo de actividades entre los profesionales de medicina y/o los estudiantes, deben procurarse desde el respeto.
Las presiones académicas por las que presuntamente pasan los estudiantes que se preparan en medicina, volvieron a ser de interés en Colombia; esto tras conocerse el proyecto de ley Doctora Catalina, que avanza en el Congreso de la República.
Carlos Alberto Villegas Isaza y Sandra Patricia González Peña, decanos de las facultades de Ciencias de la Salud de las universidades de Caldas y de Manizales, respectivamente, detallaron cómo abordan las situaciones de este tipo en sus instituciones.
La denuncia, en los canales correctos
Carlos Alberto Villegas Isaza, decano de la Facultad de Ciencias para la Salud de la Universidad de Caldas, mencionó que -históricamente- se han dado situaciones de difícil relacionamiento entre docentes y estudiantes, sea en los centros de atención o en las instituciones educativas.
"Esto no es nuevo. Es probable que algunas veces los estudiantes lo manifiesten y otras veces no", dijo Villegas, advirtiendo que eso no puede normalizarse y que las directivas están llamadas a prestar atención a cada uno de los casos que se denuncien.
Él que fue estudiante del pregrado de medicina y de la especialización de pediatría en la universidad que hoy representa, subrayó que nunca recibió un maltrato de ningún docente, más allá de llamados de atención encaminados a dirigirlo hacia mejores resultados.
Villegas no justifica el maltrato del que se habla hoy por hoy en el ámbito de la educación superior, sea cual sea la forma. Insistió que los docentes y directivos están llamados a dar ejemplo durante el desarrollo de las tareas.
"No veo justificación para que se llegue a agresiones físicas o verbales. Los docentes hablan primero con el ejemplo. Un profesor no puede estar diciendo una cosa y haciendo otra", dijo Villegas.
El directivo instó a la denuncia de los casos en los que se crea hay matoneo. Llamó a los afectados a quejarse en las oficinas principales del departamento correspondiente y a no dejar todo en comentarios de pasillo.
"Cuando eso sucedió (muerte por suicidio de Catalina Gutiérrez), yo fui directamente a hablar con el jefe de los residentes, preguntándole por denuncias de este tipo y no las había. También lo hice con la coordinadora de los posgrados y tampoco".
Sin embargo, Villegas no se quedó con eso y avanzó hacia una encuesta con los residentes. Esta develó algunas situaciones que ya se están abordando para detener su avance. No quieren afectados por presiones innecesarias.
"Pido que utilicen los conductos regulares, en ese sentido. La universidad tiene una política de equidad y de control interno disciplinario", detalló Villegas; mientras hablaba del trabajo que hacen -por ejemplo- para evitar el acoso a las mujeres, de parte de superiores.
Agregó: "Si se da alguna denuncia, estaremos prestos a hacer los llamados de atención que correspondan. Hay que proteger a las personas que puedan ser víctimas de alguna de estas situaciones".
Enfocados en la humanización
Sandra Patricia González Peña, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manizales, subrayó que siempre ha sido prioritario para su institución laborar evitando casos de maltrato.
"Hemos sido muy conscientes de la importancia de abordar estos tópicos. Estamos trabajando con los profesores, para hacer una mayor sensibilización sobre la educación humanizada", resaltó González.
Después de lo sucedido en Bogotá, con Catalina Gutiérrez, priorizaron un conversatorio enfocado a las buenas maneras y que denominaron Humanización en la Educación en Salud. Este contó con expertos locales que tocaron este asunto.
"Además, en todos los semestres, desde hace alrededor de cuatro o cinco años, tenemos una cátedra de humanidades. Siempre la estamos juntando con una actividad de bienestar para los estudiantes".
Liderazgo, rol del docente, mindfulness para profesionales en la salud, inteligencia emocional y salud mental en el aula, han sido los enfoques. En esto se seguirá enfatizando.
"Socializamos siempre las rutas que maneja la universidad, tanto en violencias basadas en género, como la ruta en comportamiento, suicidio y salud mental, para evitar hechos que tengamos que lamentar".
La directiva añadió: "Lo que estamos haciendo es fortalecer el conocimiento de las rutas, sensibilizando a los profesores en los entornos saludables, en las aulas y en los escenarios clínicos".
Estas actividades, según González, las extienden al personal docente-asistencial en los escenarios de práctica donde tienen convenio y a los líderes estudiantiles que están en las diferentes instituciones, para que las repliquen.
"Estamos muy pendientes de que los entornos clínicos en donde se desempeñan, sean entornos saludables. La decanatura siempre ha estado abierta a escuchar cualquier denuncia, sea de docentes o estudiantes".
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