Como si estuviera poseído por el demonio, un hombre de 37 años ingresó a la medianoche del 25 de septiembre del año pasado a un CAI de la Policía de Manizales y aprovechó que una patrullera estaba sola para atacarla.

En videos de seguridad del sitio quedó registrada la agresión, pues con puños y patadas maltrató a la mujer. En medio del forcejeo, ella que estaba desarmada, cayó al suelo con el sujeto y tras dos minutos de lucha, el sujeto logró levantarse y huir del lugar.

Las investigaciones permitieron identificarlo y capturarlo. La Fiscalía erradamente le imputó cargos por acto sexual violento y esa situación favoreció la absolución del agresor, que es un campesino, que al parecer, se descontrola ante el consumo de alcohol.

El abogado Ramiro Henao Valencia, quien defendió al agresor, dijo que bajo ninguna circunstancia se justifica una agresión contra una mujer y lo de su defendido fue un acto reprochable, pero la Fiscalía, en su afán de agravar el delito, optó por ignorar las lesiones personales e imputarle otro delito.

El defensor sostuvo que si bien no hubo testigos, sí se presentó la prueba reina del video de seguridad, en el que se aprecia la agresión de la que fue víctima la patrullera, pero no queda en evidencia el intento de abusar de ella.

El lunes pasado, el Juzgado Quinto Penal del Circuito de Manizales decidió absolver al señalado y les dio la razón a las pruebas de Henao Valencia. No se encontró la intención de cometer el delito por el que lo acusaron.

A segunda instancia

La Fiscalía no estuvo de acuerdo con la decisión, por lo que será el Tribunal Superior de Manizales el que decida en segunda instancia si corrobora la absolución o se declara culpable al agresor.

Sin recuerdo

El procesado sostuvo que no recordaba nada de lo que ocurrió el día de los hechos y solo llegó a saber cuando vio el video de la agresión. La víctima, que sufrió lesiones, dijo que no conocía al atacante.