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Una casa ya no es la misma en comparación, siquiera, a las casas de hace diez o quince años. Las tecnologías y los avances en la electrónica han crecido y mejorado tanto con el paso del tiempo, que incluso, hasta las personas más jóvenes de tanto en tanto se topan con un dispositivo que no entienden y del cual necesitan un manual o un tutorial de internet para poder utilizar.
Aunque es cierto que estos avances se aplican en casi todos los hogares de la actualidad, pocas habitaciones sufrieron tantos cambios y una evolución tan marcada como las cocinas. Desde las neveras hasta los hornos eléctricos, lavavajillas inteligentes y freidoras de aire, las cocinas se armaron con electrodomésticos y otros instrumentos que, en ocasiones hacen que parezca más como la sala de controles de una nave espacial más que una simple cocina.
Estos cambios, sin embargo, no son algo como para ver con mero desdén, ya que los que aman la comida y alimentar a sus seres queridos saben que la cocina está entre las cuatro paredes más sagradas de cualquier hogar (algunos podrán discutir que estas sean las de la sala). De la cocina salen los mejores aromas y sabores, son las que alegran el día de quienes madrugan con un buen desayuno o la noche del trabajador duro.
El gas y la electricidad: elementos vigentes, con diferentes puestos
Nadie puede discutir que, hasta hace muy poco, las cocinas poseían una gran mayoría de componentes que funcionaban a gas: el horno y las estufas de empotrar son un ejemplo. Hoy por hoy todavía muchos de estos dispositivos siguen siendo utilizados, aunque se puede apreciar en las estadísticas de los mercados que sus versiones eléctricas están ganando terreno en ventas, así como en popularidad.
Las ventajas de los electrodomésticos son bastante obvias a simple vista: son menos peligrosos que los que utilizan gas, su instalación suele ser muy sencilla, son más fáciles de trasladar, e incluso sus precios suelen ser más accesibles. Por otro lado, el gas siempre fue mucho más barato en términos de eficiencia energética y gastos mensuales de uso, por lo que elegir entre unos y otros puede ser determinante para la economía de cada familia.
Al mismo tiempo, existen aquellos electrodomésticos que también requieren de ambas conexiones, tanto de gas como de electricidad, y el mejor ejemplo de ellos son las lavadoras. Aunque en la mayoría de los hogares estas se pueden encontrar en las cocinas, junto al fregadero para su desagüe, existen casas que tienen una habitación aparte dedicada a la limpieza donde se las instala.
Las tecnologías en la construcción de cocinas nuevas: tipos de hornos
Muchas personas se encuentran en el proceso de diseño, planeamiento y construcción de una nueva cocina, y de seguro se están cuestionando grandes decisiones a tomar. Una de estas, naturalmente, sería el tipo de energía predominante en la cocina: con gas natural o electricidad. Las bases ya están sentadas, y es sabido que ninguna cocina es puramente eléctrica o a gas, después de todo, en un lugar donde hay un horno a gas siempre hay, al menos, una nevera pequeña.
Los hornos que funcionan gracias al suministro de gas en las cocinas tienen una toma o boca que se diferencian entre aquellos que funcionan con gas envasado o de corriente natural. La única diferencia entre estos dos tipos de conexiones es que el gas envasado requiere un pico de conexión con un diámetro menor que el que necesita el gas natural, ya que tiene un poder de presión mucho más fuerte.
Este último aspecto sobre los hornos a gas hay que tenerlo muy en cuenta antes de comenzar a construir la cocina nueva. Al mismo tiempo, estos hornos, dependiendo de su tipo, pueden requerir estufas empotradas si es que no viene una instalada en ellos, aunque se trata del menor de los casos. A diferencia de los hornos a gas, como se verá a continuación, los eléctricos más económicos no suelen tener estufas en su parte superior.
Los hornos eléctricos, como decíamos, se encargan de generar su calor no a través de gas, sino mediante el calentamiento de una resistencia eléctrica. Esta resistencia eléctrica tarda más en calentarse que en los hornos convencionales, por lo que es necesario esperar un breve lapso antes de utilizarlo. Aún así, a la hora de hornear una comida, suelen ser más estables y cocinan de una forma mucho más equilibrada que los hornos a gas.
Gracias a las nuevas tecnologías esta desventaja de lentitud de calentamiento por parte de los hornos eléctricos poco a poco está disminuyendo. Las resistencias cada vez se calientan más rápido, algo que tiene un efecto esencial en el gasto de energía eléctrica. Teniendo esto en cuenta, a la hora de adquirir un nuevo horno eléctrico, siempre es importante revisar su etiqueta de eficiencia energética por al menos un consumo de tipo A.
El calor que los hornos eléctricos utilizan para cocinar alimentos es extremadamente parejo debido a su convector o ventiladores que tiene en su interior. Estos hacen que el calor sea igual alrededor de todo el interior del horno, de manera tal para promover un calentamiento igualado sobre cualquier superficie en la que se esté cocinando cualquier cosa: carnes, pescado, verduras, entre otras comidas.
En los hornos eléctricos más avanzados será posible encontrar no una, sino dos resistencias ubicadas en la parte superior e inferior del interior del dispositivo. Esta diferencia radica en la posibilidad de activar una o ambas resistencias para cocinar diferentes platillos, algo que los hornos a gas no suelen ofrecer. Aún así, los hornos eléctricos son más secos que sus competidores, algo que puede provocar que cocinar pan o harinas sea más difícil.
Finalmente, aunque en los hornos eléctricos no pueden instalarse estufas para empotrar, con el paso de los años la tecnología les permitió a estos tener sus propias estufas que también funcionan con resistencias eléctricas.
Las neveras actuales y sus beneficios
La nevera es quizás el electrodoméstico por excelencia no solo de una cocina, sino de todos los hogares. A su vez, las neveras actuales poseen hasta pantallas táctiles que permiten configurar su uso y modo de enfriamiento, entre otras opciones variadas. Las neveras, igualmente, continúan teniendo siempre las funciones más básicas y necesarias para todos los hogares en el mundo.
Estas son las que permiten almacenar y mantener frescos todo tipo de alimentos por largos períodos, como verduras, plastificados, bebidas, carnes y mucho más. Sin embargo, las neveras en promoción actuales son capaces de muchas más tareas que las viejas y pesadas de hace décadas. Por esta razón, es imperativo conocer más sobre sus capacidades y funciones.
Primero antes que nada, es necesario marcar la diferencia entre las neveras económicas para un hogar en el que residen una o dos personas que aquellas para las casas con familias enteras. El tamaño de las neveras es importante no solo por su funcionalidad sino también porque implican un precio más bajo o más alto de acuerdo a la intención de compra de la persona así como en el aprovechamiento del espacio de la cocina construída.
Actualmente es difícil encontrar una nevera que no posea un frigorífico, el cual es quizás la parte más importante de este electrodoméstico por ser el espacio en donde todos pueden almacenar diferentes clases de alimentos por meses e incluso años. Para lograr un funcionamiento óptimo, todas las neveras necesitan encontrarse lejos de la estufa empotrada de una cocina, a fin de no mezclar calor con frío.
Esta aclaración es importante, ya que muchas personas no conocen una de las reglas de diseño de la cocina básicas: alejar los dispositivos que emiten frío de aquellos que emiten calor. En una cocina normal, por ejemplo, la estufa de empotrar debería estar ubicada en la punta opuesta de una nevera, a fin de promover un espacio amplio para el trabajo de cocina, para favorecer la circulación de la temperatura y para no arruinar la calidad de los alimentos.
El hogar del futuro ya está aquí
Cada día se habla más sobre los hogares inteligentes o “Smart Homes” y es esperable que este tipo de casas sean en algún momento de las más convencionales. Después de todo, no se puede negar que uno de los efectos principales de la evolución tecnológica sea la obsolescencia de todo lo que la precedía. La manera de ordenar cambiará, las formas de usar una lavadora cambiará y probablemente hasta los viejos botones desaparezcan.
La periodista colombiana María Camila Gil Niebles, en un artículo para el medio La República, afirma que en Colombia los hogares se encuentran cada vez más actualizados en términos tecnológicos, un fenómeno que lleva unos tres años en crecimiento. La adquisición de electrodomésticos y otros dispositivos inteligentes tuvo un porcentaje altísimo de ventas y, para 2025, es probable que llegue a un aumento de hasta el 21%.
En el artículo de Gil Niebles, el gerente de productos de Ezviz Colombia aseguró que el área dedicada a todo lo que es Smart Home como lavadoras económicas, cerraduras inteligentes y otros dispositivos es muy amplia y se extiende casi a cualquier tipo de aspecto relacionado al hogar. Por el momento, los artículos más comunes en las casas son los parlantes de conexión Wi-Fi o Bluetooth (inalámbricos), las Smart TVs y los Smartphones.
Se espera para un futuro muy cercano que gran parte de los hogares de clase media posean cámaras de seguridad inteligentes, lavadoras en oferta que se conecten a los celulares y hasta un asistente de voz que controle aspectos básicos como la apertura de las cortinas, el encendido y apagado de una estufa, el cierre automático de puertas y hasta el control de temperatura de una nevera inteligente.
Un dato curioso en este artículo de Gil Niebles es que, en cuanto a los compradores de electrodomésticos y otros dispositivos de tipo Smart, la gran mayoría de ellos suelen ser los hombres. Por el momento, el target femenino no parece muy interesado en estos nuevos dispositivos, aunque seguramente se trate de un fenómeno al que todos tendrán que acostumbrarse en cierto punto.
Crear una Smart Home con simpleza y facilidad
La realidad indica que no hace falta hacer gastos enormes para crear una Smart Home, sobre todo si la persona busca tener un hogar cómodo pero evitando lujos innecesarios.
El primer paso para transformar una casa en un hogar de tipo Smart es muy simple pero determinante: adquirir un asistente virtual. Estos ya no solo se limitan a vivir dentro de los altavoces de siempre, sino que se pueden encontrar en teléfonos, tabletas, pantallas inteligentes y ofrecen hasta el control de ciertos dispositivos del hogar a través de reconocimiento de voz.
Los asistentes virtuales más importantes son tres, cada uno de ellos perteneciente a una compañía específica: se trata de Alexa (Amazon), Google Assistant y Siri (Apple). Elegir un asistente virtual es esencial ya que a través de este se formará la intercomunicación entre todos tus dispositivos inteligentes, como las lavadoras en promoción Smart, los electrodomésticos de cocina, las televisiones e incluso los parlantes y teléfonos celulares.
El fin principal de un hogar inteligente es que tenga un ecosistema Smart capaz de conectarse a todos los dispositivos del hogar con facilidad, rapidez y eficiencia. Este aspecto provoca que la seguridad del hogar, sus alarmas y sus herramientas sea fácil de controlar a distancia a través de un teléfono móvil.
Como ejemplo, si una persona ya posee un celular Android, lo más recomendable es que elija Google Assistant para su hogar, ya que es más compatible con sus elementos. Por esta razón, también es importante considerar el asistente con el que se manejan otros electrodomésticos, como las Smart TVs o las neveras inteligentes, entre muchos otros más.
En poco tiempo, cada casa tendrá opciones para controlar sus dispositivos solo con la voz de los dueños, haciéndolas más seguras, eficientes en términos energéticos y, sobre todo, más cómodas. ¡Los hogares y las cocinas del futuro están cada vez más cerca!
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