Se cumplen 70 días de la desaparición del sacerdote caldense Rubén Darío Valencia, párroco del templo María Auxiliadora de Pereira (Risaralda) y su paradero sigue siendo desconocido.

Por este motivo, el comandante encargado de la Policía Metropolitana de Pereira, Yeison Ramos, contó para el Infórmate Eje, magazín que forma parte de una alianza entre La Patria y el canal regional Telecafé, los más recientes avances de la investigación.

Indicó que el sospechoso de la desaparición se mantiene en París (Francia) capturado en ese país.

Anotó que se continúa con los trámites en coordinación con la Oficina de Asuntos Internacionales de la Fiscalía para que esta persona vuelva al país y pueda responder en el proceso penal al que está vinculado por este hecho. 

Informó que la intención es lograr dar con el paradero del sacerdote. "No pararemos hasta que lo logremos", precisó el comandante Ramos.

Aunque el oficial habla de captura, realmente esta no se ha dado, sino que el sospechoso que viajó en condición de turista porque es solo un sindicado, no imputado, es decir está vinculado al proceso, pero no hay indicios para tomar una decisión que implique señalarlo de un crimen. 

Por tanto, lo que podría darse, según explicaron a LA PATRIA fuentes jurídicas, es una deportación desde Francia, pues pesa sobre él una circular azul de la Interpol. Esa persona era amiga del sacerdote. 

Se debe recordar que el vehículo del desaparecido fue hallado en un lavadero de Viterbo (Caldas) y hasta ahora el único que ha dado declaraciones a las autoridades es el encargado de asearlo.

LA PATRIA supo que este contó que el automotor estaba impregnado de barro similar al que hay a orillas de ríos o quebradas, por lo que las autoridades no descartan la hipótesis de que el cuerpo pudo ser lanzado al río.

En una información publicada antes en este medio de comunicación, el primo del sacerdote, Édgar Valencia, recordó que antes de ponerse los hábitos estudió dos años de ingeniería en la Universidad de Manizales y que se retiró para ingresar al Seminario con otros tres compañeros de Risaralda (Caldas), César, Nicolás y 'el Negro'. 

No obstante, solo Darío se ordenó y el pasado 8 de diciembre cumplió 32 años como sacerdote.

Como sacerdote ejerció en el Resguardo Indígena Purembará, ubicado en San Antonio de Chamí, jurisdicción de Mistrató (Risaralda).

Luego estudió Teología en Roma (Italia) y a su regreso fue rector del Seminario Mayor, de la Universidad Católica de Pereira y después fue párroco en Apía (Risaralda), Anserma (Caldas) y Pereira. 

En la capital de Risaralda lideró templos como La Valvanera, Samaria y desde hace tres años María Auxiliadora, situada en el barrio Venecia de Pereira.

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